miércoles, 31 de mayo de 2023

Huelga general de transportes en Alemania



La clase obrera europea se está levantando contra el deterioro de sus condiciones de vida, debido a los incesantes ataques a los derechos y libertades conquistadas y un constante empobrecimiento, a causa de la precariedad laboral, las dificultades para acceder a una vivienda y recientemente una inflación que no se traduce en aumentos salariales.


A las importantes huelgas de Italia e Inglaterra le está sucediendo una lucha sin cuartel en Francia contra la reforma de Macron para acabar con la edad de jubilación a los 62 años que fue una de las mayores conquistas de Mayo del 68. Alemania tampoco es capaz de sostener la paz social y a mediados de marzo se movilizó el sector sanitario por la mejora de sus condiciones y en defensa de un servicio de salud público y de calidad, coincidiendo con las movilizaciones de igual carácter en el Estado español. 


En Alemania no existe una normativa que equipare los salarios al índice de los precios y la brutal inflación que azota al país desde hace más de un año está encontrando la respuesta de una clase trabajadora que en algunos sectores está perdiendo hasta un tercio de su capacidad adquisitiva. Pero sin duda la mayor demostración de fuerza de l@s trabajador@s en Alemania sucedió a finales de marzo cuando se produjo una de las huelgas más importantes de las últimas décadas, que logró paralizar todo el transporte del por tierra, mar y aire. 


Semejante huelga general del transporte y otros sectores públicos vinculados no se organiza de la noche a la mañana sino que responde a un proceso de acuerdos incumplidos y negociaciones improductivas. Tanto el sindicato de ferrocarriles y transportes EVG como el principal sindicato del sector servicios Ver.di han dirigido una huelga general que contó con un amplio respaldo social, a pesar de las orquestadas campañas mediáticas para criminalizar la huelga. Tanto es así que la afiliación sindical se disparó durante el mes de marzo y desde Ver.di, por ejemplo, apuntan el dato de 70.000 nuevas afiliaciones, lo cual vuelve a poner de manifiesto las infinitas potencialidades de las huelgas como el mejor instrumento de lucha de nuestro bando social. 


Los aumentos salariales exigidos por los diferentes sectores en lucha de entre 500 y 650 euros reflejan el descomunal ataque que están padeciendo los sectores populares en Alemania mientras asisten al impúdico aumento del gasto militar y sufren las múltiples consecuencias de una guerra en Europa cada vez más enquistada y más impopular. 


Cada vez más personalidades políticas y sindicales del ámbito de la izquierda se suman a los llamados públicos para acabar con la guerra en Ucrania, promoviendo procesos de paz, en vez de alimentar las llamas del conflicto, tal y como se está haciendo desde la Unión Europea y sus principales Gobiernos, todos presos del nuevo fervor otanista. 


La conflictividad social y la inestabilidad de todos los regímenes políticos del mundo sigue en aumento tras el impasse de la pandemia y la clase trabajadora en Europa no será una excepción, a pesar de que desde las academias se la de por muerta desde hace unas décadas. La crisis capitalista se ha cronificado y las viejas conquistas del proletariado europeo son inadmisibles para los dueños del capital, por eso no cesará sus ataques contra nuestras condiciones de vida y mientras antes organicemos la resistencia a nivel internacional, más cerca estaremos de una contraofensiva que acabe por expropiar a los expropiadores de toda riqueza. De lo contrario las consecuencias serán catastróficas no solo para las clases trabajadoras del mundo sino para el planeta en su conjunto. 


Aunque en nuestros días cueste percibir el inmenso poder de l@s trabajador@s del mundo, por la posición que ocupan en los procesos productivos y su capacidad de paralizarlos por completo, cuando los procesos de lucha se agudizan, las conciencian avanzan a pasos agigantados y entonces todo está en disposición de ser cambiado. 

martes, 30 de mayo de 2023

Por una candidatura unitaria, anticapitalista, revolucionaria y soberanista para el próximo 23 de julio

 




Ni reír ni llorar sino comprender

Las elecciones celebradas ayer han demostrado una cosa: la izquierda subalterna al PSOE, encarnada sobre todo por Unidas Podemos, ha sido castigada electoralmente. Por más que algunos/as intenten ocultarlo señalando otras razones, que el árbol no oculte el bosque. La razón esencial de este descalabro electoral es consecuencia directa de las políticas desarrolladas por esa izquierda desde los gobiernos en los que ha participado. A diferencia de ellos, el PSOE no pierde tantos votos, seguramente por aquello de que al parecer “gusta siempre más el original a la copia”.

La gente trabajadora y la juventud no han percibido un cambio sustancial en sus vidas durante estos años. Eso es así. Los “escudos sociales” no han sido tales y durante estos años hemos seguido siendo desahuciados/as, nuestro poder adquisitivo ha bajado, el precio de la luz y del gas ha aumentado, el precio del alquiler ha subido, los servicios públicos han seguido deteriorándose y privatizándose, la precariedad y la pobreza no ha dejado de incrementarse mientras las ayudas para sobrevivir han sido ridículas y/o directamente no llegan. Y frente a eso, cada vez más beneficios de centenares de miles de millones para las empresas del IBEX 35. Por esa razón aumenta la abstención y por esa razón ganan las elecciones el PP y VOX. Lo demás es una cortina de humo.

El orden de los factores no altera el producto

Yolanda Díaz, Alberto Garzón y Ione Belarra ya están abriendo la puerta a que SUMAR y PODEMOS vayan juntos a las elecciones generales. Si bien es cierto que esto seguramente mejore los resultados electorales de ayer, a nivel político, sin embargo, no tendrá ningún impacto. En efecto, esta enésima confluencia seguirá sin proponer un programa de urgencia social que responda a las necesidades vitales de los y las trabajadoras y de la juventud, que se enfrente a los intereses de los que más tienen y sin comprender que un programa así sólo se puede aplicar mediante la movilización sostenida de los y las que sufrimos las crisis.

Al contrario, siguen apostando por ser la muleta del PSOE, por gobernar junto a Sánchez y por hacer digerir, a los/as que sufrimos las consecuencias de la crisis, la política del mal menor. Esa película ya la hemos visto y sabemos como acaba. Desmovilización en la calle, desilusión a raudales que se traduce siempre en más abstención y nuevo incremento de las derechas.

¿A qué estamos esperando?

Hace ya meses que desde IZAR insistimos en lo mismo. La unidad de los y las militantes que nos movilizamos en contra de las políticas antisociales vengan de un gobierno de derechas o de un gobierno de “izquierdas” es más necesaria que nunca. Para dar confianza y reforzar las movilizaciones y las huelgas actuales, para visibilizar un programa de urgencia social que se enfrente a los intereses de los que acaparan las riquezas y que responda a las necesidades de nuestra clase, para acabar con las falsas ilusiones del cambio institucional, para dar una alternativa política a la izquierda subalterna del PSOE y que ésta entre en ruptura con la lógica del sistema capitalista que sólo ofrece miseria, guerras y destrucción del planeta.

El adelanto electoral y las próximas elecciones generales nos obligan a tomar nuestras responsabilidades. Tenemos 10 días para conformar unas listas unitarias que engloben a todas las organizaciones políticas que defienden esa misma perspectiva haciendo converger a militantes de diferentes tradiciones, trayectorias y sectores. Los sectarismos no conducen a nada. Volvemos a repetir lo mismo. Ninguna de nuestras organizaciones van a poder ocupar, por sí solas, el espacio político vacío que existe a la izquierda de SUMAR-UP. Los resultados electorales de ayer lo vuelven a evidenciar. No podemos actuar una y otra vez como si no existiera un debate abierto sobre la necesidad de una alternativa electoral unitaria de todos/as aquellos/as que llevamos años y años movilizándonos en la calle contra las políticas antisociales gobierne quien gobierne. Para todo ello, convocamos una reunión estatal unitaria y telemática el próximo sábado 3 de junio a las 12h.

29/05/2023

lunes, 29 de mayo de 2023

Ante el adelanto electoral el próximo 23 de julio y la ausencia de candidaturas anticapitalistas unitarias el pasado 28 de mayo, ¿A qué estamos esperando?



Ante el anuncio hoy de Pedro Sánchez de adelanto electoral y la ausencia de candidaturas anticapitalistas unitarias en los comicios de ayer, IZAR hacemos un llamamiento urgente y decidido al conjunto de las organizaciones políticas que se han opuesto a las políticas antisociales vengan de las derechas o del gobierno PSOE-UP para una reunión estatal unitaria y telemática el próximo día 3 de junio a las 12h con el fin de asegurar que el 23 de julio haya listas anticapitalistas, revolucionarias y soberanistas unitarias en el máximo de provincias posibles. ¿A qué estamos esperando?


Os dejamos aquí el llamamiento que ya lanzamos en febrero de 2023 y que ya iba en este sentido:

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¿A qué estamos esperando?

Un gobierno que no cumple con las aspiraciones de millones de trabajador@s

El gobierno que Pablo Iglesias denominó como el más de “de izquierdas de la historia” se habrá quedado finalmente muy lejos de merecerse tal denominación. Las políticas llevadas a cabo en materia de vivienda, salarios, servicios públicos, inmigración o pensiones no dejan lugar a dudas. Este gobierno, al igual que los anteriores, habrá elegido no enfrentarse a los intereses de los que más tienen gestionando una enésima crisis a su favor. 

Los datos son en ese sentido escalofriantes. Según la lista de Forbes, los 100 españoles más ricos han aumentado su patrimonio en20.620 millones de euros en el año 2021, lo que supone una ganancia de 206,2 millones de euros de media por persona: 8.429 veces el sueldo medio anual de 24.463 euros en el Estado Español, mientras que la pobreza ha aumentado en 2 millones de personas, pasando de 4 millones de personas en situación de pobreza severa en 2018 a 6 millones, en la actualidad, además de los 11 millones de personas en exclusión social. Las consecuencias de la pandemia y de la guerra no parece afectar a todo el mundo de la misma manera.

El anuncio de la reforma de las pensiones, realizado por el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá hace unas semanas, va en este mismo sentido. Un aumento del cómputo general para calcular la pensión hasta los 28 años (antes 25 años), lo que supondría en la práctica bajar la cuantía de dichas pensiones. Una reforma que conecta directamente con la lógica de la subida de la edad de jubilación aprobada en su día por el gobierno ZP que ya está a los 66 años y 4 meses con la llegada de 2023.

Unas direcciones sindicales que defienden a capa y espada la paz social

Frente a esta situación las direcciones de las centrales sindicales mayoritarias han optado por no movilizar. Al contrario, su política sindical se ha centrado en blindar la paz social y tratar de acompañar al gobierno PSOE-UP. Las pequeñas movilizaciones llevadas a cabo en octubre por la cuestión del poder adquisitivo fueron sólo un lavado de cara frente a los miles de trabajadores y trabajadoras que se movilizan en sus centros de trabajo por aumentos salariales consecuentes.

Según datos oficiales, los salarios reales habrían sufrido ya la mayor caída en 40 años mientras las empresas superan los beneficios previos al Covid según el propio Banco de España. La política de dichas direcciones está siendo en ese sentido la de, por un lado, negociar con la patronal subidas salariales muy por debajo del IPC firmando unos convenios que no permiten recuperar el poder adquisitivo, y por otro, llevar a cabo una estrategia que impide la unificación de los sectores que se están movilizando potenciando a la larga la desmovilización.

Sin embargo, existen movilizaciones y huelgas importantes en diferentes sectores y diferentes territorios. Desde el sector del metal al del transporte pasando por el del automóvil o el de la hostelería, son numerosas las huelgas indefinidas que arrancan subidas salariales. Sin embargo, la orientación de dichas direcciones sigue siendo la de no tratar de unificar dichas huelgas por miedo a perder el control de dichas movilizaciones.

Es necesario que todas estas luchas converjan en un movimiento de conjunto por la defensa de los salarios y de los puestos de trabajo y para ello es central que las centrales sindicales combativas con implantación a nivel estatal o sólo territorial se pongan de acuerdo en una hoja de ruta que permita unificar a los y las que resisten en sus centros de trabajo.

¿A qué estamos esperando?

El resultado de estas políticas antisociales y de esta inacción por parte de las direcciones sindicales de las centrales mayoritarias a nivel estatal está beneficiando a la derecha y a la extrema derecha. Es muy probable que nos estemos dirigiendo en las próximas elecciones generales hacia un escenario parecido al de Castilla y León con un gobierno de coalición entre PP y Vox.

La mejor forma de evitar el reforzamiento de las derechas pasa por acrecentar las movilizaciones y las huelgas frente a las políticas antisociales vengan del gobierno que vengan. En este sentido, las organizaciones de la izquierda anticapitalista, soberanista y revolucionaria del conjunto del Estado Español tenemos una responsabilidad.

Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR, pensamos que la tarea de los y las revolucionarias hoy debería ser tratar de visibilizar un programa de urgencia social que respondiera al menos a la cuestión del aumento automático de los salarios y de las pensiones de acuerdo con el incremento del coste de la vida, a la defensa de los servicios públicos, a la expropiación de las eléctricas para ponerla al servicio de las necesidades de la mayoría y a la creación de parques de viviendas públicas para que nadie se quede sin techo.

Existen movilizaciones y huelgas en las que apoyarse. Sería muy útil que los y las militantes que participamos de dichas luchas nos coordinemos y debatamos sobre los pasos a seguir para extenderlas y reforzarlas. En esa tarea los y las activistas sociales consecuentes, los y las sindicalistas combativos y los y las militantes revolucionarias tenemos una responsabilidad.

Desde IZAR, proponemos organizar, junto con muchas otras organizaciones políticas que hagan el mismo diagnóstico que nosotr@s, una reunión pública en Madrid para debatir sobre estas cuestiones en la mayor brevedad posible. En las próximas semanas haremos llegar dicho llamamiento al conjunto de la izquierda política que se enfrenta a las políticas antisociales vengan del gobierno que vengan ofreciéndonos para debatir sobre esta propuesta.

Victoria en Novaltia: 3 años y 8 meses de la huelga más larga de Europa



Han sido en total 1345 días de huelga los que han secundado 14 trabajador@s de un total de 45 emplad@s de la plantilla vizcaína de Novaltia, una cooperativa de distribución de productos farmacéuticos que opera en Aragón y Euskal Herria, repartid@s en los almacenes de Lezama y Zaratamo, quienes el 30 de marzo pusieron fin al paro convertido en el más largo de Europa tras alcanzar el sindicato ELA un acuerdo con la empresa.  

El paro indefinido arrancó en julio del 2019 y entonces 20 trabajador@s iniciaron una huelga para exigir mejoras en sus condiciones laborales y salariales, especialmente entre el colectivo más precarizado. Las actuaciones se alargaron ante la negativa de Novaltia a negociar en los términos propuestos por los representantes de la plantilla, quienes denunciaron en reiteradas ocasiones a la firma por vulnerar el derecho a la huelga. La lucha de est@s trabajador@s saltó precisamente a los medios por 10 sentencias judiciales de la vulneración de este derecho. 


La empresa Novaltia cuenta con 4 categorías de trabajador@s: la más precaria cobraba antes de la huelga, en 2019, 16.789 euros y ahora cobrará 22.446 euros, un aumento del 33,7%. El incremento salarial mínimo (para la nómina más elevada) es del 26%. Los incrementos salariales acordados vía complementos —polivalencia, transporte, mínimo— serán revalorizables cada año según los incrementos del convenio y se verán beneficiad@s el total de l@s 45 trabajador@s de la plantilla en Vizcaya. 


L@s huelguistas son operari@s de almacén, recepcionan y almacenan los pedidos que llegan. Ahora consumirán los 2 meses de vacaciones adeudados y se incorporarán el 29 de mayo, y en ese lapso temporal la empresa reorganizará los puestos de trabajo. Novaltia se ha comprometido por escrito en el acuerdo a no represaliar ni disciplinar a l@s trabajador@s con despidos ni sanciones y ha acordado con ELA poner fin a todos los procesos judiciales abiertos, para lo cual abonará una indemnización de 9.450 euros por huelguista y 1.345 para el sindicato, un euro por cada día de huelga. 


Tanto el responsable de Industria de ELA como la plantilla de trabajador@s nunca pensaron que se alargaría tanto la huelga y tomara estas dimensiones su conflicto, pero desde el primer momento y hasta el día del acuerdo la voluntad ha sido siempre la de luchar y “demostrar que lo imposible se podía hacer posible”. Señalan que la unidad sindical de l@s 14 trabajador@s y el apoyo de sus familias, además de sustentarse en el compromiso y conciencia de clase de l@s huelguistas, no se puede entender tampoco sin la caja de resistencia del sindicato. 


La huelga indefinida de Novaltia se ha convertido en una referencia para otros conflictos en Euskal Herria que han salido victoriosos como los de Tubacex o las limpiadoras del Guggenheim, cuy@s trabajador@s se han solidarizado con la plantilla. Esta indiscutible mejora de las condiciones laborales ha sido el resultado de movilizaciones diarias delante de las farmacias de la cooperativa y centros de trabajo, a veces invisibilizad@s y agónicas, pues la empresa apostaba por que l@s huelguistas se rindieran. El acuerdo sienta un precedente con una sentencia sobre el derecho de l@s trabajador@s a pedir y obtener información económica de la empresa.