Izquierda internacionalista de los trabajadores (DEA), organización de SYRIZA
Las resoluciones de los órganos de SYRIZA están en la línea de
avanzar hacia un congreso fundacional de una entidad política unitaria a
través de una campaña política que ponga en el centro de atención la
cuestión social y ésta trate de reunir a trabajadores y juventud.
El diseño de la campaña prioriza acertadamente las cuestiones de las
privatizaciones, los salarios, las pensiones y las derrotas laborales,
los avances en sanidad y educación, las iniciativas de solidaridad
social, pero también el gran tema de los derechos democráticos ante la
agresión continua de la troika. Sin embargo, mientras la campaña se
dirige a la gran bolsa de trabajadores, de la juventud, de los más
desfavorecidos, que puede conformar una amplia y fuerte mayoría, las
iniciativas acaban en el “centro” político y buscan el centro-izquierda,
creando confusión en la militancia.
Mientras el gobierno de Samaras ve cómo se invierte la ola de falso
optimismo creada por los medios de comunicación después del tercer
acuerdo con los prestamistas, mientras los “controles” de la troika
restauran la posibilidad de nuevas medidas de recortes en los salarios y
en las pensiones, mientras la “viabilidad” del gobierno tripartito se
pone seriamente en duda, la dirección de Synaspismós ha puesto en marcha
algunas medidas cuanto menos cuestionables.
La primera se refiere a la constitución de un “comité de sabios” en
relación con los derechos democráticos, bajo la dirección del
expresidente de Synaspismós, Nikolas Konstantopoulos. Se trata de una
iniciativa que limita las decisiones de SYRIZA, tras anunciar
públicamente que entiende su trabajo como obligación para seleccionar
las propuestas “realistas” de revisión constitucional. Así, de la
necesaria tarea de denuncia de los ataques de la extrema derecha amiga
de Samaras pasa a este cometido.
Muchas y muchos dentro de SYRIZA tomaron nota de la retirada de
Konstantopoulos de la reserva política, sin olvidar que en ese período
se había movido como independiente de los actores políticos de la
izquierda, ya fuera como presidente del Panatinaikos, o más aún, como
“disponible” para Presidente de la República.
La segunda iniciativa fue la participación de Alexis Tsipras en el
acto de la fundación Constantinos Karamanlis, en honor del líder
nacional de la derecha y presidente de gobierno con Nueva Democracia. De
acuerdo con la plana mayor de Synaspismós, se trata de un “movimiento
táctico” con el objetivo de activar contradicciones en el campo de la
derecha donde, dicen, existe controversia entre los extremistas del
círculo de Samaras y los miembros derechistas más tradicionales cercanos
a Karamanlis.
Recordamos que Karamanlis regresó a Grecia en 1974 como invitado por
los restos de la Junta (dictadura), cuando se le encomendó no
exactamente la tarea de consolidar las instituciones democráticas, sino
apuntalar la estabilidad del sistema que estaba en peligro por la crisis
incontrolada de la dictadura militar. Recordamos también que las
relaciones entre Karamanlis y la izquierda no eran relaciones de
interlocutores “con propuestas y posiciones diferentes”, sino de
profunda rivalidad y hostilidad, tanto durante el periodo previo a la
dictadura como en la transición.
La tercera, y quizás la más importante iniciativa, es la
participación de la dirección en la conferencia que organizan Gerásimos
Arsenis y Loúka Katselis (exministros del PASOK), bajo supervisión del
Levy Institute, titulada “Salida de la crisis: el reto de un camino
alternativo”. Las objeciones en relación a la participación en este
evento deberían ser múltiples:
El
Levy Institute es una “institución independiente”, sin embargo refleja
claramente pensamientos y reflexiones del sistema en los EEUU, en los
marcos de la política que podría caracterizarse como euro-atlantista.
SYRIZA
manifiesta la voluntad de entrar en diálogo de conformación política
con mandos ejecutivos del PASOK con un pasado grave (Arsenis, Katselis,
Kastanidis y Xenogiannakopoulos), mientras la participación de
Roumeliotis y Varoufakis apuntan incluso hasta al FMI.
Recordamos que Gerásimos Arsenis, tras el primer periodo keynesiano
de los gobiernos de Papandreu, fue el ministro de Simitis que organizó
la primera “epopeya” victoriosa del neoliberalismo en Grecia como
responsable de Educación.
El
puzzle se completa con la participación de un grupo disidente de DIMAR
(Izquierda Democrática). En este evento SYRIZA participa con un gran
“ejército” de representación: intervienen Alexis Tsipras, Draganakis,
Stathakis, Miliós, Tsakalotos, ¡mientras otros miembros de la dirección
asumen el papel moderador del debate!
Incluso los medios de comunicación amistosos con SYRIZA valoraron que
se trata de una “formalización de colaboración” y que “la coalición
muestra optar por una ampliación de su círculo”. Subrayamos que una
decisión tal no ha sido tomada por ningún órgano colectivo de SYRIZA. Se
trata una vez más de un caso (muy grave) de falta de democracia y
colegialidad.
Sin embargo principalmente nos preocupa el hecho de que se trata de
un desplazamiento en la dirección equivocada. La apertura hacia los
fragmentos de la socialdemocracia no es neutral políticamente. Puede
materializarse como táctica preelectoral con consecuencias, sólo dentro
de un repliegue conservador de SYRIZA.
Al mismo tiempo, tales movimientos excluyen cualquier “expansión por
ambos lados”, ya que las aperturas a la derecha de SYRIZA cancelan
cualquier posibilidad de alianza con nuestra izquierda, dando de forma
paralela a las direcciones del KKE y ANTARSYA argumentos para excusar su
estrategia sectaria.
La participación en acto de la fundación Constantinos Karamanlis, y
más aún la participación en las deliberaciones políticas con Arsenis,
Katselis, Kastanidis y Xenogiannakopoulos (exministros del PASOK)
crearon la sensación de “giro” al centro político y la búsqueda de
alianzas de centro-izquierda. Estos movimientos provocaron justificadas
protestas, pues tal “apertura” no deriva de ninguna resolución colectiva
ni coherente con la línea ideológica de SYRIZA.
Tanto la Corriente de Izquierdas de Synaspismós como los portavoces
del RProject (DEA, Kokkino) proponen que se lleve a cabo un congreso
sustancial: que haya textos elaborados de las posiciones, que se dé
tiempo y posibilidad a las organizaciones para debatir, que se permita
un diálogo público sobre las decisiones cruciales. Esto podrá llevarse a
cabo en el programa que ha establecido la resolución de la Conferencia
Nacional sólo si se consideran como prioridades de todos los órganos de
SYRIZA.
Según nuestra opinión, en el centro del proceso precongresual tiene
que situarse la cuestión política: la táctica por el derrocamiento del
gobierno tripartito, el programa y las alianzas para el gobierno de la
izquierda. La unificación política real en estos temas decisivos y la
construcción de la confianza recíproca entre quienes formamos SYRIZA son
los elementos esenciales también para las decisiones organizativas del
congreso.
Recordamos que lo que ya se ha acordado es la constitución de SYRIZA
como organización política unitaria y democrática, que no presupone la
autodisolución de sus organizaciones-formaciones. Esta posición no la
ocultó nunca DEA y la comparten otras corrientes (Ciudadanos activos de
Manolis Glezos, KEDA (escisión del KKE) y KOE (maoístas), mientras
Synaspismós todavía no ha aclarado su propuesta…). Esta postura no está
infravalorada por el conjunto de la militancia de SYRIZA pero encuentra
fuertes resistencias en la dirección.
Por el contrario, en el campo de la realidad política existente, en
base a las conquistas de SYRIZA, de sus militantes y organizaciones,
pretende la concentración de todas sus fuerzas en la decisiva obligación
de derrocar estas políticas y a este gobierno de la troika, tarea que
nos atañe a todos y principalmente a las amplias fuerzas sociales que
depositan sus esperanzas en la acción unitaria de la izquierda radical.
SYRIZA se encuentra con un dilema: avanzar hacia adelante, con base
en una política de izquierda radical, que logre concentrar una amplia
mayoría obrera y popular, con el objetivo de un gobierno de la izquierda
que cambie todo; o por el contrario, quizás moverse con adaptaciones
“realistas” a su política, aspirando a alianzas con sectores que no
renuncian a la socialdemocracia, organizando “aperturas” incluso hacia
la derecha “civilizada” con el objetivo (del modo que sea) de una
victoria electoral y de la formación de un gobierno de coalición
contrario a los memorándums con socios en las antípodas ideológicas.
Quienes se sitúan en la segunda parte del dilema deben recordar los
resultados de la “izquierda plural” en el pasado o los errores suicidas
de la dirección de Bertinotti en Rifondazione Comunista que, con la
participación en el gobierno Prodi, llevaron a la liquidación de la
izquierda en Italia. La respuesta a este dilema deben darla los órganos
de SYRIZA y sobre todo su militancia.
http://www.dea.org.gr
Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista