Los líderes europeos que visitaron Túnez el domingo 11 de junio ofrecieron más de mil millones de euros en ayuda financiera para rescatar su tambaleante economía y fortalecer el control de sus fronteras, en un esfuerzo por restaurar la estabilidad en el país norteafricano y frenar la migración desde sus costas hacia Europa.
Un grupo de DDHH tunecino denunció la propuesta de la Unión Europea como "chantaje", argumentando que empeoraría los abusos contra l@s migrantes y tenía como objetivo cerrar las puertas de Europa a quienes tienen necesidades.
El cada vez más autocrático presidente de Túnez recibió a los líderes de Italia, los Países Bajos y la Comisión Europea para conversaciones destinadas a allanar el camino hacia un rescate financiero internacional para al país con sus problemas. En vísperas de las conversaciones, el presidente tunecino Kais Saied realizó una visita no anunciada a un campamento de migrantes en la ciudad costera de Sfax, un punto central de partida para las travesías en barco que cruzan el Mediterráneo hacia Italia.
Sus palabras afectuosas y las imágenes compasivas del presidente con bebés migrantes publicadas en su página de Facebook contrastaron bruscamente con la postura de Saied a principios de este año. Avivó los abusos racistas contra l@s migrantes african@s negr@s en Túnez con un discurso en el que denunciaba una supuesta conspiración para borrar la identidad árabe de su país.
El presidente y la primera ministra de Túnez, Najla Bouden, se reunieron el domingo con Giorgia Meloni, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, y la presidenta de la Comisión Europea. Tras las conversaciones, von der Leyen anunció un programa de 5 puntos para apoyar a Túnez, que incluye hasta 1’05 mil millones de euros (1,1 mil millones de dólares) en ayuda para el endeudado presupuesto de Túnez. El plan será discutido con los 27 países de la UE en su próxima cumbre a fines de junio.
Además, la UE discute inversiones en banda ancha de alta velocidad y otras infraestructuras digitales para Túnez, así como 300 millones de euros en proyectos de energía renovable, incluyendo hidrógeno. El plan también incluye 100 millones de euros para operaciones fronterizas en Túnez, que abarcan operaciones de búsqueda y rescate y lucha contra el contrabando. Ante las críticas de los grupos defensores de migrantes sobre las repatriaciones forzadas y los abusos contra los migrantes en Túnez, insistieron en que se respetarían los derechos humanos.
El Foro Tunecino de Derechos Económicos y Sociales (FTDES), que aboga por los derechos de l@s migrantes, expresó preocupación por la oferta de ayuda europea: "Europa no ha visto a Túnez como un país que necesita cooperación basada en una democracia genuina que garantice derechos y libertades, sino simplemente como un punto de avanzada en la frontera que requiere más equipos para contener la inmigración, con el objetivo de que nadie pueda llegar a Europa. Estas visitas ocultan chantaje y un intento de regateo: dinero y ayuda a cambio del papel de policía fronterizo".
Saied se ha resistido a las condiciones para el dinero del FMI, que incluyen recortes en los subsidios a la harina y el combustible, recortes en el sector público y la privatización de empresas públicas deficitarias. Eso ha empujado a más y más tunecin@s a arriesgadas travesías en barco a través del Mediterráneo en busca de una vida mejor. Túnez también es un importante punto de tránsito migratorio para los africanos subsaharianos que se dirigen a Europa.
"Túnez es una prioridad, porque la desestabilización en Túnez tendría serias repercusiones en la estabilidad de todo el norte de África, y esas repercusiones llegan inevitablemente aquí", dijo Giorgia Meloni. Aunque se centra en los migrantes subsaharianos, Saied reconoció que l@s tunecin@s también buscan emigrar y se encuentran entre los miles que se ahogan en el Mediterráneo cada año. Culpó a las redes criminales, pero también a los problemas presupuestarios de su gobierno.
El déficit presupuestario de Túnez se agravó por la pandemia de covid y las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania. La ayuda del FMI se estancó debido a las tensiones políticas y la resistencia de Saied a las reformas requeridas, quien disolvió el parlamento e hizo reescribir la Constitución para otorgar más poder a la presidencia, y ha supervisado una represión contra figuras de la oposición y los medios de comunicación independientes.
Artículo traducido del inglés del medio digital AP