Comunicado
de Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR
Este próximo sábado 28 de mayo las Marchas de la dignidad convocan
manifestación en muchas ciudades del estado y llaman a volver a
salir a la calle. Muy lejos quedan los ecos de la primera y
multitudinaria cita del 22 de marzo de 2014, que llevó a 2 millones
de personas al centro de Madrid para exigir una salida obrera a la
crisis del capitalismo. Fue quizás el cierre de un importante ciclo
de movilizaciones y luchas contra los ataques del gobierno de Rajoy.
En esta ocasión las Marchas de la dignidad tienen lugar en un
escenario preelectoral y la cita, aislada en un calendario desierto a
la espera de que las urnas arrojen un gobierno en un segundo intento,
es un día que debe servir para abrir un nuevo ciclo de movilización.
Sabedores de que Bruselas espera como agua de mayo que sea cual sea
el ejecutivo se ponga manos a la obra con el nuevo plan de ajuste,
creemos que es hora de decirle a la troika que la clase trabajadora
estamos aún aquí y no vamos a dejarles el camino libre. El nuevo
traje del parlamento del 26J sólo les hace ganar tiempo.
Por eso más que en otras convocatorias anteriores conviene poner
sobre la mesa el programa de las Marchas de la dignidad, el de 2014
que es también el actual: pan, trabajo, techo y dignidad, contra los
gobiernos de la troika, no al pago de la deuda y derogación de las
reformas laborales, salida de la OTAN, entre otras. Las
reivindicaciones, a las que se unen la derogación represiva y el
rechazo al acuerdo UE-Turquía sobre los refugiados, siguen siendo
muy válidas y capaces de agrupar al bloque de clase que ha combatido
las políticas capitalistas del PSOE y PP estos años en la calle.
Por eso no cabe ninguna instrumentalización de las marchas por parte
de ningún bloque político. Rechazamos totalmente el uso que desde
las jornadas del Plan B en Madrid en febrero se ha hecho de esta
fecha por parte de las organizaciones políticas que lo respaldan.
Durante estos meses la red estatal de comités del Plan B ha querido
utilizar esta fecha para construirse en el estado español. Esto ha
provocado el malestar de colectivos y sindicatos. La convocatoria de
las Marchas estaba fijada desde enero y no respondía, como nunca lo
ha hecho, a intereses de partido alguno.
Más allá de cuestiones organizativas, el contenido y las
reivindicaciones del Plan B, que busca incansablemente la
“democratización” de la Unión Europea y sus instituciones con
el acceso al poder de gobiernos antiausteridad en el continente,
tiene poco en común con el programa rupturista que siempre, aunque
con matices, ha firmado la coordinadora de las marchas: no al pago de
la deuda, no a los recortes vengan de donde vengan, etc. No podemos
aceptar un uso electoralista y propagandístico de un programa
reformista que no compartimos y cuyos límites ya estamos viendo en
los “ayuntamientos del cambio”.
Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR consideramos que las
Marchas de la dignidad son útiles en cuanto a que pueden ser una
palanca para reactivar la movilización. A pesar de su reconstrucción
más desde arriba que en comités provinciales, vuelven a ser una
cita para reivindicar un programa mínimo para la clase trabajadora,
no sólo a nivel estatal sino europeo, que señale a la troika y al
capital como los enemigos a los que derrotar con el pulso de la
movilización sostenida.
La experiencia griega nos ha demostrado que las instituciones no son
suficientes para cambiar nuestras vidas y que tras las elecciones el
nuevo gobierno, sea con la mano tendida al PSOE o de “gran
coalición”, tendrá que lidiar con las y los trabajador@s en la
calle para aplicar nuevos sacrificios. Hay que salir a la calle por
una salida favorable a las clases populares y trabajadoras,
internacionalista, antimilitarista y antifascista. Francia nos está
dando durante muchas semanas lecciones de cómo enfrentarse a un
gobierno de la troika como el de Hollande-Valls y a su patronal
aliada, con asambleas en los centros de trabajo y paros reconducibles
de muchos sectores. La huelga general, más que nunca, está de
actualidad.
Este 28 de mayo debe ser un día para poner en marcha el único plan
B al capitalismo que concebimos: que la lucha es el único camino
para cambiar nuestras condiciones de vida. Lo seguimos viendo en
Grecia contra un gobierno entregado y fiel a las recetas neoliberales
más ortodoxas – contra el pronóstico de much@s de la izquierda
europea – y en nuestra vecina Francia. Hacia ello debemos
dirigirnos quienes creemos que al capitalismo se le derrota sin
atajos.