Los sindicatos cifran el seguimiento de la jornada de huelga del viernes 29 en un 75%, mientras que la patronal estima un 17%. Los paros, que coinciden con la celebración del Mundial de Basket, continuarán los días 10 y 11 de septiembre.
El pasado 29 de agosto el sector de hostelería se puso en hulega para protestar contra el convenio que propone la patronal en dicho sector. Como ya hemos podido ver en otro artículo del dossier, los ataques contra l@s trabajadorxs de hostelería están siendo muy duros. Algun@s huelguist@s hablaban incluso durante la manifestación de un retroceso de 30 años.
La jornada de huelga se inició con una asamblea de trabajadorxs en los sindicatos en la que se siguió informando de las razones para hacer huelga contra ese convenio y sobre el programa del día siguiente. Piquetes y manifestación para visibilizar al máximo el conflicto laboral y para apoyar a l@s trabajadorxs que por coacción del empresario de turno no pueden ejercer libremente su derecho a la huelga.
Es lo que se hizo en parte de madrugada y en algunos establecimientos como el Mcdonald’s estación de Granada en el que el personal de seguridad impidió en un primer momento la entrada al restaurante a una trabajadora miembro del comité de empresa de dicho Mcdonald’s y al delegado de la sección sindical. No pudieron entrar a informar ni a colgar un panfleto en el tablón sindical hasta que no llegó la polícia y se negociara con ésta la entrada. Este ejemplo muestra a las claras la presión que se ejerce hoy en día en la mayoría de las empresas sobre l@s trabajadorxs para evitar que se movilicen por sus derechos.
A la mañana siguiente los piquetes continuaron por todo el centro de Granada y centrándose esencialmente en los hoteles. La razón de centrarse sobretodo en el sector del hospedaje es debido a que en el sector de la restauración: bares y restaurantes es mucho más dificil que l@s compañer@s puedan ponerse en huelga con ciertas garantías ya que muchos no tienen ni siquiera un contrato. Esa es la cruda realidad. Y eso lo sabe todo el mundo. Es vox populi. Sin embargo la inspección del trabajo no deja de mirar hacia otro lado.
De ahí las cifras tan diferentes en el seguimiento a la huelga en hoteles y en bares. Mientras que la mayoría de los bares seguían abiertos, la mayoría de los hoteles de la capital amanecían con un amplio seguimiento a dicha huelga con cifras de entre el 80% y 100% en hoteles como el NH
Victoria o el San Antón.
En cuanto a la manifestación que salió a las 12h desde el Triunfo, contó con más de 1000 personas en su inmensa mayoría trabajdorxs del sector.
Sin embargo, es evidente que esto no va a ser suficiente para hacer doblegar a la patronal. Es necesario seguir movilizados. Las fechas de huelga del 10 y 11 de septiembre son un primer paso. Pero es necesario desde ya tener una estrategia para después del 11.
Elementos como la unidad sindical, el reforzamiento de la autoorganización de l@s trabajadorxs mediante la celebración de asambleas de trabajadorxs, la convergencia con otros sectores en lucha son elementos centrales para ganar.
En primer lugar la unidad sindical. Aunque las organizaciones sindicales convocantes
de dicha huelga hayan sido CCOO y UGT, es imprescindible contar con todas aquellas organizaciones sindicales que estén implantadas en dicho sector y que quieran dar la pelea por un convenio digno. En ese sentido los pasos dados por el SAT y CGT de apoyar dicha convocatoria es un paso importante. Sin embargo es necesario defender marcos que permitan una mayor colaboración en la lucha.
En segundo lugar la autoorganización de l@s trabajadorxs. Las huelgas son importantes no solamente como herramienta de presión al patrón por la pérdida de dinero que le ocasiona, sino también por la autoorganización que puede generar. La construcción de una huelga son momentos en los que l@s trabajadorxs se organizan y debaten sobre estrategía: cómo desempeñar la movilización, qué pasos dar y en que momento, cómo amplificar la lucha... Todo este aprendizaje es mayor si quien piensa en todo eso son cada vez más trabajadorxs re-
unidos en asambleas y en comités de huelga. Es elemento es central. Al final de una huelga se gane o se pierda es muy importante lo que pueda quedar en términos de aumento de la conciencia política así como en términos de construcción de marcos de autoorganización. Las dínamicas de asambleas deben permanecer inlcuso después de una huelga.
Por último la cuestión de la convergencia con otras luchas. A menudo hablamos de la necesidad de unificar las luchas como una consigna más. Sin embargo no es una consigna más. Es otro elemento central para ganar un conflicto. La presión hacia los de arriba es mayor cuando ven que las movilizaciones se solidarizan entre si coordinándose, apoyando sus acciones. El conflicto de la hostelería no escapa a dicha regla. Es necesario intentar coordinarse y visbilizar lazos con otros sectores en huelga. Por ejemplo con el sector de la ayuda a domicilio que previsiblemente inicie una huelga el próximo 15 de septiembre en Baza.
El pasado 29 de agosto el sector de hostelería se puso en hulega para protestar contra el convenio que propone la patronal en dicho sector. Como ya hemos podido ver en otro artículo del dossier, los ataques contra l@s trabajadorxs de hostelería están siendo muy duros. Algun@s huelguist@s hablaban incluso durante la manifestación de un retroceso de 30 años.
La jornada de huelga se inició con una asamblea de trabajadorxs en los sindicatos en la que se siguió informando de las razones para hacer huelga contra ese convenio y sobre el programa del día siguiente. Piquetes y manifestación para visibilizar al máximo el conflicto laboral y para apoyar a l@s trabajadorxs que por coacción del empresario de turno no pueden ejercer libremente su derecho a la huelga.
Es lo que se hizo en parte de madrugada y en algunos establecimientos como el Mcdonald’s estación de Granada en el que el personal de seguridad impidió en un primer momento la entrada al restaurante a una trabajadora miembro del comité de empresa de dicho Mcdonald’s y al delegado de la sección sindical. No pudieron entrar a informar ni a colgar un panfleto en el tablón sindical hasta que no llegó la polícia y se negociara con ésta la entrada. Este ejemplo muestra a las claras la presión que se ejerce hoy en día en la mayoría de las empresas sobre l@s trabajadorxs para evitar que se movilicen por sus derechos.
A la mañana siguiente los piquetes continuaron por todo el centro de Granada y centrándose esencialmente en los hoteles. La razón de centrarse sobretodo en el sector del hospedaje es debido a que en el sector de la restauración: bares y restaurantes es mucho más dificil que l@s compañer@s puedan ponerse en huelga con ciertas garantías ya que muchos no tienen ni siquiera un contrato. Esa es la cruda realidad. Y eso lo sabe todo el mundo. Es vox populi. Sin embargo la inspección del trabajo no deja de mirar hacia otro lado.
De ahí las cifras tan diferentes en el seguimiento a la huelga en hoteles y en bares. Mientras que la mayoría de los bares seguían abiertos, la mayoría de los hoteles de la capital amanecían con un amplio seguimiento a dicha huelga con cifras de entre el 80% y 100% en hoteles como el NH
Victoria o el San Antón.
En cuanto a la manifestación que salió a las 12h desde el Triunfo, contó con más de 1000 personas en su inmensa mayoría trabajdorxs del sector.
Sin embargo, es evidente que esto no va a ser suficiente para hacer doblegar a la patronal. Es necesario seguir movilizados. Las fechas de huelga del 10 y 11 de septiembre son un primer paso. Pero es necesario desde ya tener una estrategia para después del 11.
Elementos como la unidad sindical, el reforzamiento de la autoorganización de l@s trabajadorxs mediante la celebración de asambleas de trabajadorxs, la convergencia con otros sectores en lucha son elementos centrales para ganar.
En primer lugar la unidad sindical. Aunque las organizaciones sindicales convocantes
de dicha huelga hayan sido CCOO y UGT, es imprescindible contar con todas aquellas organizaciones sindicales que estén implantadas en dicho sector y que quieran dar la pelea por un convenio digno. En ese sentido los pasos dados por el SAT y CGT de apoyar dicha convocatoria es un paso importante. Sin embargo es necesario defender marcos que permitan una mayor colaboración en la lucha.
En segundo lugar la autoorganización de l@s trabajadorxs. Las huelgas son importantes no solamente como herramienta de presión al patrón por la pérdida de dinero que le ocasiona, sino también por la autoorganización que puede generar. La construcción de una huelga son momentos en los que l@s trabajadorxs se organizan y debaten sobre estrategía: cómo desempeñar la movilización, qué pasos dar y en que momento, cómo amplificar la lucha... Todo este aprendizaje es mayor si quien piensa en todo eso son cada vez más trabajadorxs re-
unidos en asambleas y en comités de huelga. Es elemento es central. Al final de una huelga se gane o se pierda es muy importante lo que pueda quedar en términos de aumento de la conciencia política así como en términos de construcción de marcos de autoorganización. Las dínamicas de asambleas deben permanecer inlcuso después de una huelga.
Por último la cuestión de la convergencia con otras luchas. A menudo hablamos de la necesidad de unificar las luchas como una consigna más. Sin embargo no es una consigna más. Es otro elemento central para ganar un conflicto. La presión hacia los de arriba es mayor cuando ven que las movilizaciones se solidarizan entre si coordinándose, apoyando sus acciones. El conflicto de la hostelería no escapa a dicha regla. Es necesario intentar coordinarse y visbilizar lazos con otros sectores en huelga. Por ejemplo con el sector de la ayuda a domicilio que previsiblemente inicie una huelga el próximo 15 de septiembre en Baza.
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