
Se completa
ya en esta primera fase el círculo de las retractaciones tras el
abandono del objetivo de renegociación (que no cancelación) de la
deuda, está más atrás incluso de las llamadas “líneas rojas”
que se puso el gobierno. Para recuperar todo lo que nos saquearon y
conquistar todo lo que nos deben el acuerdo se convierte en una losa
inamovible.
Concretamente,
con el acuerdo de ayer:
- El
contrato de préstamo se prorroga junto con los compromisos que lo
acompañan, por consiguiente el final real de los memorándums no es
tal y no entra.
- La
austeridad no se rompe porque la exigencia de superávit primario
permanece, al mismo tiempo que las “instituciones” vigilarán
constantemente la fiel aplicación del acuerdo con el objetivo de que
se complete la evaluación del acuerdo existente.
- El grifo
de la financiación sigue estando en manos del BCE con el único
objetivo de asegurar el apoyo a los bancos y no la cobertura de las
necesidades sociales.
- La troika
vuelve incluso ahora a ser denominada por el gobierno “instituciones”
para que sea creíble que se quiera completar la evaluación del
programa existente. Todas las referencias a la “flexibilidad” no
refutan que en realidad se exigirá e impondrá la puesta en marcha
de las políticas de los memorándums.
- El
gobierno griego se comprometió a someter la aprobación y evaluación
de todo el programa de reformas. Asumió el compromiso de no
proseguir en la cancelación de las medidas y en el cambio de
políticas que juzgarán las “instituciones” (es decir, la
troika), que arriesgan a recuperación económica y la estabilidad
financiera.
Esto
significa que la mayor parte del volumen de las medidas del
memorándum y reestructuraciones se mantendrá en sus posiciones. Por
lo tanto, la aplicación incluso de las medidas programáticas de las
declaraciones del gobierno se remite sine die y ¡dependerá de la
evaluación y aprobación de los prestamistas y las “instituciones!
Asunto que supone una plena conformidad con los chantajes de
Bruselas.
- El
gobierno griego se comprometió al reconocimiento de la deuda y al
completo cumplimiento de sus obligaciones.
El resultado
de ayer (por el Domingo 22) del Eurogrupo nos ofrece un anticipo de
cómo será la renegociación de este cuatrimestre con los
prestamistas: un chantaje continuo y una exigencia no sólo para no
retirarlo sino de completa conformidad con las exigencias de los
banqueros y del directorio europeo.
Ya parecía
claro a lo que puede conducir la lógica de la renegociación dentro
del euro y de las instituciones europeas. Se ha demostrado qué
peligrosa era la línea “ni ruptura ni sumisión” que presentaba
el gobierno de Syriza-ANEL.
El dilema
real sigue siendo entre la ruptura con la deuda, el euro, la UE y la
sumisión al capital y sus instituciones. Sólo la suspensión
inmediata de pagos y la cancelación de la deuda depredadora, la
salida del euro, la desobediencia a los tratados europeos y la salida
del “foso de los leones” de la Unión Europea, las
nacionalizaciones de bancos y de las grandes empresas bajo control
obrero, se puede responder a los chantajes y abrir el camino a una
salida de la crisis favorable al pueblo.
Las fuerzas
combativas de la izquierda y del conjunto del movimiento obrero
tienen que coordinarse y llamar a los trabajadores, al pueblo y a la
juventud a levantar un gran movimiento en contra del acuerdo, de los
chantajes de la UE y el BCE y de la política del compromiso del
gobierno que no lleva más que a la sumisión.
Para que se
impongan unilateralmente aquí y ahora los objetivos del movimiento
obrero y popular:
- Digamos no
a este inaceptable y humillante “acuerdo”.
- Llenemos
las calles y las plazas exigiendo todo aquello por lo que combatimos
todos estos años: el derrocamiento total de las políticas de
memorándum, el fin del tutelaje y la cancelación de la deuda.
-
Intensifiquemos la lucha por nuestros derechos y necesidades, el
restablecimiento de todos los derechos laborales, la restitución de
todos los despidos (ERT, limpiadoras, vigilantes escolares, etc.),
por la cancelación de las privatizaciones, el derrocamiento de las
políticas antieducativas, por la restitución de los salarios y
pensiones.
- Elijamos e
impongamos con nuestras luchas otro camino, el camino de la ruptura
con la arquitectura del euro, la Unión Europea y sus políticas del
capital, también el camino de la esperanza y del derrocamiento
anticapitalista.
Traducción de Tomás
Martínez para Anticapitalistas Granada.
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