
En estos mismos momentos, supuestos manifestantes pro-Mubarak, en realidad milicias del partido, ejercen la violencia en las calles del Cairo. El balance es duro, al menos 500 heridos según los medios.
La revolución árabe no deja de contagiarse, está en aumento en Egipto. Varios millones de egipcios se han manifestado el martes 1 de febrero en el Cairo y en grandes ciudades para gritar alto y fuerte su hartazgo hacía la dictadura de Hosni Mubarak, en el poder desde hace 30 años.
¡Deben ser escuchados !
Desde el 25 de enero, a pesar de una sangrienta represión y del toque de queda, el muro del miedo ha caído y las manifestaciones no han dejado de crecer y comités de resistencia populares se ponen en funcionamiento.
Como en Túnez, y en varios países árabes, reivindicaciones sociales y democráticas se entrelazan: libertad de expresión, en contra de la carestía de la vida, un empleo para todos.
Los efectos de la crisis económica conjugados con la dictadura se han convertido en algo insoportable.
El discurso de Mubarak, el 1º de febrero, es una maniobra para ganar tiempo y preparar la continuidad de su régimen.
El pueblo y la juventud, los trabajadores egipcios necesitan nuestro apoyo frente a la represión y para plantar cara a las maniobras de las grandes potencias que siempre apoyaron a Mubarak.
Mubarak debe irse sin esperar el final de su mandato presidencial.
Por todo ello, desde Izquierda Anticapitalista Granada llamamos a la particpación en la concentración de mañana viernes 4 de febrero a las 19h en la fuente de las Batallas para mostrar nuestra solidaridad con la revolución de Egipto y de Túnez.
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