
Se trata de
personas en riesgo de exclusión social que piden una solución a su
problemática (desempleados con hijos a su cargo que no disponen de
ingresos). Estas no se moverán de la acampada hasta que el banco no
firme una solución a la situación de desesperación de estas
familias.
Mostramos nuestra
repulsa hacia las acciones de un banco, que además ha recibido
ayudas públicas, que únicamente pretende este enriquecerse a costa
del sufrimiento de unos ciudadanos que quieren seguir disponiendo de
sus viviendas. Además, estas familias y sus peticiones cumplen con
el Real Decreto
1/2013,
pero este banco no quiere aplicarlo.
La vía del diálogo
está cortada, sin embargo, la acampada sigue en pie así como
concentraciones diarias y muestras de apoyo de los vecinos y de
numerosos colectivos hasta el banco ceda a las reivindicaciones
básicas de unas familias que están sufriendo las consecuencias de
una crisis capitalista de la que no son culpables.
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