
SYRIZA se
adhirió cada vez más en los últimos días a las propuestas de
memorándum (privatizaciones, aumento en la edad de jubilación,
reducciones de facto de salarios y pensiones, aumento del IVA en
productos de consumo masivo, etc.). Sin embargo, la UE y el FMI junto
con sus cómplices nacionales, no quieren simplemente medidas duras,
sino que quieren destruir lo que las esperanzas (y falsas ilusiones)
que reflejó la opción de un gobierno que fue elegido con el lema de
acabar con los memorándums, incluso si este lema se retiró al día
siguiente de las elecciones.
De este
modo, la dirección de SYRIZA se encontró en callejón sin salida.
No pudiendo así firmar una política de condena a muerte, es decir,
un acuerdo tan evidentemente vergonzoso que conduciría al partido al
destino del PASOK de Giorgos Papandreu, y bajo la presión de las
demandas del movimiento obrero, anunció el referéndum. No nos
hacemos ninguna falsa ilusión sobre la situación o posibilidad de
que SYRIZA vaya en dirección a la ruptura con los intereses del
capital y las instituciones capitalistas. Sin embargo el NO a la
propuesta de la troika puede, en condiciones adecuadas, abrir un
nuevo ciclo de crisis política del sistema que nos explota y oprime.
En los
próximos días, los partidos tradicionales del capital, Nueva
Democracia-PASOK, junto con el ultraneoliberal El Río, que
reaccionan rabiosamente a cualquier impuesto a los beneficios
empresariales y grandes rentas y que incluso piden salarios más
bajos, despotricarán de forma delirante sobre la supuesta catástrofe
que traerá el rechazo de la propuesta de las instituciones. Llevarán
a cabo un brutal chantaje blandiendo el supuesto desastre de una
salida el euro.
Pero la
clase trabajadora y los sectores populares ya han experimentado el
verdadero desastre: la austeridad y la ofensiva capitalista. No se le
puede ni se le va a aterrorizar más porque ya no tiene nada
importante que perder por los controles de capital o por la crisis
general de la eurozona. Por el contrario, cuando el sistema que nos
chupa, el capitalismo, se tambalea, nosotros nos preparamos para la
batalla. La autoconfianza y las ganas de luchar nos la dará una
ruptura con las instituciones, no la desesperación y el miedo.
Pero a la
ruptura no se llega simplemente y sólo con los votos. De la misma
forma que las elecciones no pudieron ser la solución mágica para
deshacerse de la austeridad, así tampoco lo es el referéndum. Los
próximos días deben encontrarnos en las calles, para hacer frente
(y con anti-concentraciones) a las varias concentraciones
reaccionarias pro-capitalistas del tipo “Nos quedamos en Europa”,
pero también para garantizar que habrá una ruptura total y que el
referéndum no va a ser una maniobra negociadora de la dirección de
Tsipras. Además, no tengamos ninguna ilusión: sin las
movilizaciones de masas, no sólo las recientes sino principalmente
las de los años anteriores las instituciones no estarían en un
aprieto y los memorándums se aprobarían con normalidad.
Nuestro NO a
las propuestas de la troika no es en ningún caso un voto de
confianza al gobierno SYRIZA-ANEL. Por otra parte, sus propias
propuestas, el texto de 47 páginas y las modificaciones posteriores,
son completamente inaceptables y significan un nuevo memorándum,
aunque un poco más suave, con nuevos recortes y privatizaciones. En
algunos puntos, de hecho, son más reaccionarias que las de las
instituciones: defensa de los programas de armamento, mantenimiento
de las exenciones fiscales a los armadores. También a estas
propuestas diremos NO, también con nuestra lucha.
El Domingo 5
de Julio votamos NO. Un NO para abrir la brecha, no para una nueva
negociación.
Un NO en la
calle y no sólo en las urnas.
NO a este y
a cualquier acuerdo.
Un NO a la
eurozona, a la UE y al FMI, y no simplemente a sus propuestas.
Un NO a la
troika pero también a cualquier gestor del sistema.
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