Comunicado
del Nouveau Parti Anticapitaliste (Nuevo Partido Anticapitalista –
NPA de Francia)
Los
atentados horribles que han tenido lugar en París el viernes por la
noche han provocado más de 120 muertos y decenas de heridos. Esta
violencia ciega, suscita la rebelión y la indignación. El NPA
comparte esa rebelión y esa indignación a la vez que expresa su
solidaridad con las víctimas y sus familias. Este drama es aún más
indignante ya que golpea a víctimas inocentes y dado que estos
ataques asesinos apuntaban a la población.
Esta
barbarie abyecta en pleno París responde a la violencia igual de
ciega y aún más asesina de los bombardeos perpetrados por la
aviación francesa en Siria a causa de las decisiones tomadas por
François Hollande y su gobierno.
Esos
bombardeos combaten supuestamente al Estado islámico, a los
terroristas yihadistas, sin embargo, con la intervención y los
bombardeos rusos, protegen al régimen del principal responsable del
sufrimiento del pueblo sirio, al dictador Assad.
Y
una vez más, también en este caso, es la población civil la
primera víctima condenada a sobrevivir bajo el terror o a huir
haciendo peligrar sus propias vidas.
La
barbarie imperialista y la barbarie islamista se nutren mutuamente. Y
todo ello por el control de las fuentes de abastecimiento de
petroleo.
En
una intervención lamentable, Hollande se ha descompuesto en directo
y ha balbuceado algunas palabras sobre la República. El que ha
jugado con fuego participando en estas guerras y tiene por tanto una
responsabilidad inmensa en este nuevo drama, se atreve a pedir
“confianza”. Ha decretado el estado de urgencia en todo el
territorio, dejando claro que su primera respuesta está siendo la de
pisotear las libertades fundamentales. Se ha visto inmediatamente
apoyado por Sarkozy. Las autoridades políticas pueden de ese modo a
partir de ahora prohibir las reuniones públicas y controlar la
prensa.
Una
vez más, los principales responsables de esta oleada de violencia
salvaje hacen un llamamiento a la unidad nacional. Intentan darle la
vuelta a esta situación dramática para sacarle provecho y acallar
la indignación. Disponen para ello de un chivo expiatorio muy claro:
los musulmanes. Rechazamos toda unidad nacional con los responsables
de las guerras, con la burguesía, con Hollande, con Sarkozy y con Le
Pen. Denunciamos el racismo que destila el Estado en nombre de los
pretendidos “valores de la República” en el mismo momento en el
que, bajo la denominada lucha contra el terrorismo, son los derechos
democráticos los que están amenazados. Exigimos el levantamiento
del Estado de emergencia.
La
única respuesta a las guerras y al terrorismo es la unidad de los
trabajadores y de los pueblos, más allá de los orígenes, de su
color de piel, sus religiones, más allá de las fronteras, para
luchar junt@s contra aquellos que quieren
acallarlos y someterlos, con el fin de acabar con este sistema
capitalista que conlleva barbarie.
Para
acabar con el terrorismo, hay que acabar con las guerras
imperialistas que tienen como objetivo perpetrar el pillaje de las
riquezas de los pueblos dominados por las multinacionales e imponer
la retirada de las tropas francesas de todos los países donde están
presentes, en particular de Siria, Iraq y África.
Montreuil,
14 de noviembre de 2015
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