El pasado 7 de noviembre, tomamos las calles en la 1ª marcha estatal
contra las violencias machistas. Alrededor de 500.000 personas
llegadas de distintos territorios del Estado Español unificamos
nuestras fuerzas en Madrid para condenar a voces este terrorismo
patriarcal que sufrimos a diario. Aunque el 7N ha sido una marcha
principalmente liderada por los sectores del feminismo reformista, el
feminismo combativo ha tenido una presencia y un peso decisivo en la
movilización, logrando una respuesta fuerte y unitaria ante los
múltiples ataques a los que somos expuestas en nuestras vidas.
Sin embargo, sabemos claramente que esto no es suficiente. A
última hora de la tarde de ese sábado, una mujer de 28 años
fue supuestamente asesinada de un tiro por su pareja en Baena
(Córdoba). En menos de 48 horas después de esta
multitudinaria manifestación, 5 mujeres han sido asesinadas, sumando
así 60 en lo que llevamos de año.
Estamos hartas de estar condenadas a sufrir todo tipo de violencias,
en el hogar, en la calle, en espacios de ocio, en el
trabajo…cualquier ámbito de nuestra vida cotidiana está expuesto
a la violencia estructural del sistema patriarcal y capitalista. Por
ello, nos oponemos al lavado de imagen que quiso mostrar el PP
anunciando pocas horas antes de la marcha, su apoyo a la misma. No
creemos sus palabras y sus demagógicos discursos, que lo único que
hacen es victimizar más a las mujeres. Por no hablar de VOX, que
aparecieron en la manifestación y fueron echados minutos después a
voces por el resto de manifestantes. El PSOE tampoco se salva de la
afición de querer dar buena imagen, propulsando esta marcha contra
la violencia machista mientras recorta sin ningún pudor y condena a
la mujer a las peores condiciones del mercado laboral, a ser
desahuciadas, recortan en nuestra educación y en nuestra sanidad,
así como en la de nuestras hijas e hijos…y todo esto, también es
violencia.
Además, violencia también son los roles de género a los que somos
sometidas, imponiéndonos un ideal de belleza que nos traumatiza.
Nos imponen un modelo de familia, de relaciones y de sexualidad que
no hemos elegido, y que por lo general no tiene en cuenta nuestras
necesidades, nuestras opiniones y nuestros deseos.
La unificación y organización en la lucha feminista es una
necesidad clave para romper con la opresión patriarcal. Es un factor
determinante estar organizada, a nivel político y sindical, así
como crear movimiento en los barrios para dar una respuesta combativa
donde la unidad de la clase obrera es esencial para llevar esta lucha
hacia delante.
Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria (IZAR) condenamos todo
tipo de violencias inherentes al patriarcado y al capital. ¡No
toleramos más muertes de mujeres a manos de hombres! Estamos hartas
de tener que vivir con miedo, expuestas a un continuo maltrato por el
hecho de ser mujeres.
Tras el 7N, la lucha feminista ha aunado fuerzas para seguir dando la
batalla en las calles y hacer visible este problema político-social
del sistema patriarcal. Con la mirada en el próximo 25N, el
feminismo combativo volverá a llamar a la movilización en la calle
contra las violencias.
SI NOS TOCAN A UNA, NOS TOCAN A TODAS ¡BASTA YA!
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