
El
Partido Popular no desiste en su intento de controlar los cuerpos y
la sexualidad de las mujeres. La reforma de la Ley del Aborto que
restringe aún más la ley actual y que le quita a las menores su
poder de decisión ha sido aprobada en el Congreso, aunque sin el
completo apoyo dentro de sus propias filas. Este desesperado intento
del PP por mantener el voto conservador, que utiliza nuestros
derechos como moneda de cambio electoral, no es nada nuevo, tampoco
nada que nos asuste porque las feministas seguiremos peleando para
que el aborto sea libre, seguro y gratuito.
Necesitamos
que sea libre porque
cada mujer, con sus circunstancias particulares, puede necesitar más
o menos tiempo para tomar la decisión.
Exigimos
que sea seguro porque
somos conscientes de las miles de mujeres que se juegan la vida en
abortos clandestinos, solo porque a los gobiernos les importa muy
poco la vida de las mujeres.
Debe
ser gratuito porque
las mujeres pobres tienen el mismo derecho a decidir sobre su cuerpo
que las que se lo pueden pagar.
Además
entendemos que la edad de las mujeres no las invalida para tomar
decisiones. El PP considera que una mujer de 16 y 17 años está
preparada para ser madre pero no para abortar, vendiéndonos
argumentos paternalistas, como que el aborto es traumático y hay que
"proteger" a las menores, pero sabemos que si se entiende
el aborto como una cuestión traumática es porque se trata como tal,
exigiendo un periodo de reflexión innecesario que infantiliza a
todas las mujeres haciendo pasar a las que toman esa decisión por
trámites burocráticos que no favorecen un clima en el que una
intervención médica se pueda considerar adecuada.
Desde
Izquierda Anticapitalista Revolucionaria seguiremos
luchando y defendiendo el derecho a decidir de cada mujer. Derechos
conquistados con mucho esfuerzo que no vamos ha dejar arrebatar. Por
ello llamamos a la movilización y la lucha en la calle, porque la
lucha por los derechos de la mitad de la población es la lucha de
todas y todos, porque no aceptamos tutelajes del estado, ni
injerencias de la iglesia que imponen un modelo de familia que niega
nuestra condición de sujetos con pleno derecho.
Pero
no nos quedamos aquí, exigimos:
-Despenalización
del aborto y su retirada del Código Penal.
-Educación
sexual constante y libre de tabues, que trate las diferentes
orientaciones sexuales.
-Acceso
gratuito a anticonceptivos y en centros públicos.
-Derechos
reproductivos para todas, no olvidamos la restricción de la
reproducción asistida a las mujeres solteras y lesbianas.
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