Entrevista
con Manos Skoufoglou dirigente del OKDE-Spartakos (organización de
los comunistas internacionalistas de Grecia, sección griega de la
Ivª internacional) y miembro de la coalición anticapitalista
Antarsya. Manos analiza para nosotr@s
la situación en Grecia después del acuerdo del 13 de julio entre
Tsirpas y los dirigentes de la Unión Europea.
¿Podrías
indicarnos los detalles del plan Tsirpas propuesto a la Troika?
¿Cuales son las diferencias con las propuestas de la Troika?
El
plan propuesto por Tsirpas a la Troika, que ésta ha aceptado, es
claramente un nuevo memorándum, un nuevo plan de austeridad, el más
duro de todos. Contiene medidas que golpea con fuerza a la clase
trabajadora, así como nuevas bajadas de sueldos y de las pensiones
en el sector público, un aumento importante del IVA sobre productos
de primera necesidad y un aumento de la edad de jubilación hasta los
67 años. Garantiza la aplicación de todas las medidas de los
anteriores planes de austeridad que aún no habían sido puestos en
marcha. Facilita de manera significativa la confiscación de los
depósitos bancarios de las personas endeudadas con pequeños
salarios. Garantiza que se lleven a cabo todas las privatizaciones en
curso y anuncia nuevas: dos de los puertos más grandes de Grecia
(del Pireo y de Tesalónica), de todos los aeropuertos, de trenes y
de las redes eléctricas.
El
plan propuesto por el gobierno es casi idéntico al propuesto por la
Troika y que fue rechazado de manera masiva por el pueblo con el 61%
de los votos en el referéndum del 5 de julio. Sólo aparecen dos
diferencias visibles. La primera es una tasa de excedente primaria
del presupuesto del Estado más baja, una reconsideración impuesta
por la propia realidad, ya que las tasas previstas anteriormente ya
eran imposibles de alcanzar. La segunda es una reducción más débil
de los gastos en armamento, un punto sobre el cual el gobierno griego
tenía una posición aún más reaccionaria que la propia UE. A parte
de esos pequeños detalles, el gobierno griego ha retrocedido en
todas sus reivindicaciones: el FMI permanece en el plan de
devolución, no hay ningún compromiso por una reducción (sin hablar
ni tan siquiera ya de anulación) de la deuda pública y los
tecnócratas de la Troika van a regresar a Grecia (desde enero ya no
estaban autorizados a ello y tenían por tanto que trabajar y
negociar desde Bruselas o París). Por si todo esto fuese poco, el
nuevo plan de financiación de más de 80 mil millones se hará en
pequeñas dosis, y no solamente como contrapartida del compromiso a
aplicar las nuevas medidas, sino también con el prerrequisito que
esas medidas sean previamente votadas. La primera tarea es que el
parlamento adopte 12 reformas en una semana.
Hay
que decir claramente que todo intento de buscar excusas para el
gobierno es ridículo, e incluso una traición. El “gobierno de
izquierdas” tan alabado, y Syriza en particular, son responsables
de un escandaloso plan de austeridad capitalista, es tan sencillo
como eso.
¿Qué
significa el acuerdo que Tsirpas acaba de firmar (el lunes 13 de
julio)? ¿Qué perspectivas para rechazarlo?
La clase
obrera de Grecia ha rechazado de manera masiva un acuerdo con la UE y
el FMI así como un nuevo plan de austeridad, mediante el referéndum
pero también mediante la movilización. Los ha rechazado mediante su
voto (todos los barrios y las ciudades populares han votado a más de
2/3 por el NO, con incluso en algunos casos alcanzando hasta un 80%),
y mediante su masiva movilización. Tenía conciencia del riesgo,
sufría por el cierre de los bancos y la severa limitación para
sacar dinero y rechazó a pesar de todo de manera consciente el
acuerdo. Sin embargo, el gobierno, que al parecer apoyaba el NO, ha
tardado muy poco tiempo en transformar ese rotundo NO en un SI. La
primera cosa que han hecho al día siguiente del referéndum fue
hacer un llamamiento a una reunión de todos los “dirigentes
políticos”, es decir a una reunión con todos los partidos
parlamentarios con el objetivo de alcanzar un consenso nacional. Los
partidos burgueses básicos pro austeridad, Nea Demokratia, el PASOK
y Potami, han visto como se les ofrecía una nueva oportunidad para
resurgir pocas horas después del varapalo recibido con el
referéndum.
El
plan de Syriza para crear un consenso nacional ha funcionado. El
viernes, el Parlamento votó a favor de la propuesta hecha por el
gobierno de un nuevo memorándum con una amplia mayoría de 251
diputados de 300. Ningún otro plan de austeridad ha sido jamás
adoptado con una tal amplitud. Sólo 32 diputados votaron en contra:
el KKE (el partido comunista), dos diputados trotskistas de Syriza y
los nazis de Amanecer Dorado. Una vergüenza absoluta: los nazis
votando contra la austeridad mientras que la “izquierda” vota a
favor junto a la derecha.
Este
acuerdo significa que Syriza ha decidido estabilizar al capitalismo
griego por todos los medios posibles. Han escogido encargarse de esa
tarea y aplicar un programa para los capitalistas griegos y europeos
y contra los intereses de la clase obrera y de l@s
oprimid@s.
Existían otras alternativas, apoyadas por el pueblo, pero Syriza
eligió posicionarse del lado de la clase burguesa. No fue ni una
coincidencia ni tampoco una sorpresa. Es el resultado de una
estrategia que lleva ya tiempo, reafirmada, de colaboración de
clase; de una devoción absoluta a la zona euro, a la UE, a las
reglas y a las instituciones capitalistas. Quien quisiera verlo venir
pudo haberlo hecho.
No
hay que hacerse ninguna ilusión sobre la posibilidad de un rechazo
de esas medidas en ese Paralemento. Syriza y ANEL están determinados
a votar a favor del plan, así como ND, el PASOK y Potami. En el
mejor de los casos, puede haber una oposición de 1/5 parte de los
diputados de Syriza (más el KKE), pero incluso esa perspectiva no es
para nada una garantía. Sin embargo y a pesar de toda la decepción
debida a las manipulaciones de Syriza, el movimiento por el NO es una
experiencia aún demasiado reciente y exaltante como para ser
olvidada. Mediante huelgas y manifestaciones masivas, aún podemos
rechazar esas medidas, aunque el plan sea adoptado en los próximos
días. Tendremos al gobierno en contra nuestra, pero es a lo que
estamos acostumbrados desde hace ya años.
El
acuerdo parece suscitar un principio de movilización: ¿Cuales son
las perspectivas en términos de resistencia de las clases populares
y qué papel desempeñan l@s anticapitalistas y l@s revolucionari@s?
El
bloque más determinado en el seno del movimiento del NO había ya
alertado de la intención de Syriza de renegociar y de concluir un
acuerdo con la Troika, mofándose del veredicto popular del
referéndum. Esa franja del movimiento, constituida esencialmente por
la izquierda anticapitalista y revolucionaria, así como de grupos
anarquistas y anarco sindicalistas y de algunos sindicatos
combativos, hizo un llamamiento para manifestarse contra la propuesta
del gobierno el viernes (5000 personas) y el domingo por la noche
(2000 personas) en el centro de Atenas. Manifestaciones similares
fueron organizadas en numerosas ciudades. El viernes, el KKE también
movilizó. Esas manifestaciones no son aún tan masivas como sería
necesario, pero han logrado dejar claro que esto no ha terminado. Una
nueva manifestación tuvo lugar el lunes por la noche, apoyada
también por ADEDY, la Confederación de trabajadores del sector
público. ADEDY llama a una huelga general del sector público para
el miércoles 15, día en el que se votan las primeras medidas.
Inevitablemente,
la descarada capitulación de Syriza ha provocado la desorientación
y la molestia, incluso la vergüenza, para l@s
trabajadorxs, aunque ésta fuese previsible. La izquierda
anticapitalista, y Antarsya en particular, tienen un papel esencial
que jugar para que el enfado no se transforme en desesperanza y en
resignación, sino para ayudar a que se transforme en combatividad.
Antarsya ha ganado mucho en credibilidad, a pesar de todas sus
debilidades políticas, gracias al papel que ha jugado en el
movimiento por el NO. En realidad, ha conseguido ser el centro de
gravedad de la parte más militante y determinada del movimiento,
movilizando activamente a mucha gente y poniendo encima de la mesa la
necesidad de rechazar no ya solo la propuesta de la UE sino también
la del gobierno griego, así como la propia UE capitalista. Antarsya
es la herramienta que puede hacer un llamamiento a la constitución
de un frente militante contra el nuevo memorándum, con todo aquel
que quiera luchar contra él. Al mismo tiempo, Antarsya defiende una
alternativa radicalmente diferente, empezando por la anulación de la
deuda, una ruptura con la UE y la zona euro (l@s
revolucionari@s
no pueden seguir teniendo ilusiones sobre la posibilidad de reformar
esas instituciones), la nacionalización de los bancos y de las
grandes empresas bajo control obrero y la auto organización general
en los lugares de trabajo y de estudios y en los barrios, para que la
gente empiece a construir su propio poder.
El
balance de nuestra organización, el OKDE-Spartakos, a pesar de su
debilidad numérica, es hasta hoy positivo, ya sea en términos del
nivel de actividad o en términos de problemas políticos a los que
nos enfrentamos. El OKDE-Spartakos trabaja por construir el frente
único en la acción, así como una orientación para Antarsya
diferente, claramente anticapitalista y revolucionaria, capaz de
confrontarse a la presión ejercida por el reformismo.
¿Puedes
darnos alguna precisión sobre las posiciones políticas y la
intervención de la Plataforma de izquierda de Syriza?
La
Plataforma de izquierda de Syriza representa cerca de 30 diputados en
el Parlamento, es decir más o menos 1/5 parte de las fuerzas
parlamentarias del partido. Sin embargo, la Plataforma de izquierdas
ha aparecido completamente dividida y desorientada. Los dos diputados
del R-Project (1) han votado NO, ocho se han abstenido (de los cuales
dos ministros y la presidenta del Parlamento), otros siete no
asistieron (aunque no todos por las mismas razones) y otros 15
declararon estar en contra de la propuesta aún votando SI.
Lafazanis, dirigente de la Plataforma de izquierdas, declaró que no
podía apoyar esas medidas pero que sin embargo seguiría apoyando al
gobierno. De manera global, la actitud de la Plataforma de izquierdas
hasta ahora no permite que confiemos en ella y no ha respondido a las
expectativas, ni mucho menos. La mayoría de los diputados no se han
atrevido a diferenciarse en la práctica, y aún menos votar en
contra de una propuesta desastrosa. Cedieron al chantaje según el
cual votar en contra podía significar la pérdida de la legitimidad
parlamentaria del gobierno. Además, la evidente incoherencia de su
posición permite a la dirección Tsirpas dividirlos y maniobrar, por
ejemplo, excluyendo del partido a los dos que votaron contra, y
excluyendo del gobierno, pero no del partido, a los dos ministros que
se abstuvieron; y de ese modo intimidar a todos los demás.
La
molestia y incluso la vergüenza de la Plataforma de izquierda son
más que evidentes. No estaba presente durante las movilizaciones, ni
el viernes, ni el domingo. Está claro que un buen número de sus
apoyos, y otros militantes de base de Syriza harán huelga y se
movilizarán en los próximos días. Sin embargo, la cuestión es
saber hasta donde está dispuesta a llegar la dirección de la
Plataforma de izquierdas. ¿Continuará dudando en votar contra de
las medidas, durante la votación del miércoles 15? ¿Seguirá
apostando por un apoyo “crítico” al gobierno, inserto en la
gestión y en la aplicación de un plan de austeridad abiertamente
burgués? No podemos saberlo de antemano, pero mi opinión es que la
Plataforma de izquierdas va a conocer una escisión sobre esa
cuestión.
En
estos momentos debemos de ser directos: quien siga dando su apoyo
crítico al gobierno, da su apoyo “crítico” a la austeridad.
Quien decide romper con ese gobierno y con Syriza es bienvenido a
bordo para la construcción de un frente único contra el nuevo
memorándum. Quien siga dudando, formará parte del problema y será
cómplice del gobierno, de la UE y de los capitalistas.
¿La
votación por el plan Tsirpas en el Parlamento podría conducir a la
conformación de un gobierno de “unión nacional”? Conllevaría
esto último reacciones en el interior de Syriza y una recomposición
política de la “izquierda anti austeridad”?
Hay
que asumir como algo ya hecho que la voluntad de la dirección de
Syriza es de cooperar con todos los paridos pro austeridad en la
aplicación del nuevo plan, pero eso no significa necesariamente un
gobierno de “unidad nacional”. Si las pérdidas entre los
diputados de Syriza son importantes, Tsirpas se encontrará en una
situación de urgencia. Deberá encontrar una alternativa. Esto
podría ser un gobierno de “unión nacional”, o un gobierno con
Potami en particular, sin embargo por el momento esto no aparece como
el escenario más probable. Por el momento, una remodelación del
gobierno, incluyendo a tecnócratas y excluyendo a algunos miembros
dirigentes de la Plataforma de izquierdas, parece más probable. La
respuesta puede darse de un momento a otro. En todo caso, está claro
que ese gobierno no durará mucho tiempo y que las elecciones no
están muy lejos.
En
cuanto a la Plataforma de izquierdas, está claro que debe alinearse,
o ser invitada a salirse. La UE insiste en eso. Ya he explicado las
profundas contradicciones de la izquierda de Syriza. Evidentemente,
corrientes que deseasen trabajar por una alternativa anticapitalista,
independiente del reformismo, pueden formar parte en una futura
colaboración con Antarsya. Pero antes deberán de clarificar su
propio proyecto.
¿Cómo
la lucha unitaria contra las medidas de este nuevo programa de
austeridad y la política del gobierno pueden organizarse? ¿Qué
pueden hacer l@s anticapitalistas y l@s
revolucionarios de los demás países para ayudaros en Grecia?
La
posibilidad para que el Parlamento rechace el acuerdo el miércoles
15 es extremadamente débil. Eso significa que deberemos prepararnos
para una lucha más larga, para impedir la aplicación en la práctica
de esas medidas. No será fácil imponer las privatizaciones. Los
sindicatos del puerto del Pireo ya están preparando huelgas y es muy
probable que l@s
trabajadorxs de la electricidad también lo hagan. Ellos y ellas no
estarán sol@s.
Necesitamos
una coordinación militante para la acción común contra las nuevas
medidas. En el seno de ese frente amplio, la izquieda anticapitalista
y revolucionaria debe ser independiente y autónoma, tanto
políticamente como organizativamente. Necesitamos una alternativa
clara, no sólo de un “Syriza de izquierdas”, que estaría en
contra de la austeridad pero que compartiría todas las ilusiones que
han llevado a la capitulación (el respeto a la UE y a la zona euro,
a las instituciones capitalistas, un acercamiento de colaboración de
clase, etc...).
La
oleada de solidaridad con el movimiento del NO en todo el mundo ha
sido de una importancia excepcional. Ha animado y exaltado a la clase
obrera del país. Necesitamos mantener y reforzar esos lazos de
solidaridad, ya que todo el mundo está enfrentado a la misma
ofensiva capitalista, aunque eso se haga mediante medidas diferentes.
Al mismo tiempo, necesitamos que la izquierda revolucionaria esté
del lado de la izquierda revolucionaria de Grecia, que ésta entienda
y apoye la necesidad de una herramienta política revolucionaria, de
un partido independiente del reformismo y del gobierno, en Grecia.
Esto significa rechazar todas las ilusiones hacia Syriza que han sido
(y desgraciadamente siguen siéndolo) extremadamente populares entre
la izquierda internacional.
(1)
El R-Project, también conocido a día de hoy como Red Network, se
formó en 2012 para unir en el seno de la Plataforma de izquierda de
Syriza a las organizaciones APO, DEA y Kokkino (Kokkino acabaría
fusionándose con DEA a finales de 2014)
Entrevista
realizada el 14/07/15
Manos: "El viernes, el Parlamento votó a favor de la propuesta hecha por el gobierno de un nuevo memorándum con una "amplia mayoría de 251 diputados de 300. Ningún otro plan de austeridad ha sido jamás adoptado con una tal amplitud. Sólo 32 diputados votaron en contra: el KKE (el partido comunista), dos diputados trotskistas de Syriza y los nazis de Amanecer Dorado".
ResponderEliminar"El sí al acuerdo ha obtenido 229 votos; el no, 64, entre ellos 32 de la formación de Tsipras" (http://internacional.elpais.com/internacional/2015/07/15/actualidad/1436954376_870997.html)
32 diputados de Syriza votaron en contra entonces... Mala traducción?