miércoles, 9 de marzo de 2016

Irlanda: VOTO CONTRA LA UNIFORMIDAD DE LOS PARTIDOS PRO-AUSTERIDAD

Apenas se han comentado las elecciones irlandesas, quizás por tratarse de un país de 5 millones, pero se trata de una leve derrota de los partidos pro-austeridad. Lo irlandeses han castigado con fragmentación y castigo al Fine Gael del primer ministro Enda Kenny, neoliberal y conservador también en la cuestión nacional, (del 36 al 25%) y a su aliado laborista, que pierde 2/3 de sus votos y son superados en zonas industriales del área metropolitana de Dublín por la alianza People Before Profit, frente en el que participa la corriente del SWP.

El resultado dibuja un escenario en el que los partidos turnantes comprueban una crisis de ciclo político al pasar del 56% al 32% de los votos tras años de ajustes de la mano del memorándum firmado con la troika en 2010, haciendo imposible repetir la coalición que fraguan desde 2011. El voto protesta ha ido dirigido al Fianna Fáil, partido nacionalista y de gobierno antes de la crisis. Esto abre la posibilidad de la repetición de las elecciones o a una gran coalición entre el Fine Gael y el Fianna Fáil. La posibilidad supondría superar una rivalidad de la guerra civil irlandesa, y ambos la han descartado durante la campaña.

Por supuesto tampoco se ha contado para un nuevo gabinete con el Sinn Féin de Gerry Adams, cuyo programa ahora socialdemócrata ha aglutinado el voto antiausteridad convirtiéndose así en la 3ª fuerza con un 16%. Es importante destacar el ascenso en apoyo de la alianza Anti Austerity, coalición de movimientos, grupos y partidos mayoritariamente de tradición trotskista, que en zonas proletarias del área de Dublín suman con el Sinn Féin un 30%.

Si a esto añadimos el 3% de Socialdemocrats (escisión de los laboristas) y verdes, es entendible que en la prensa del establishment se hable de “terremoto político” y “ascenso de la izquierda radical”, teniendo en cuenta que hasta hace una década eran los laboristas la única expresión de la izquierda. Los grandes medios han ocultado descaradamente con la denominación de “independientes” los 5 escaños y el 4% (un nada despreciable 10% en Dublín) de la alianza Anti Austerity y People Before Profit. Se prefiere subrayar en cambio el ascenso de los verdes.

Ninguna de las 2 listas de la extrema izquierda irlandesa se presentaba en la totalidad de las circunscripciones sino en aquéllas en las que estaba mínimamente enraizada. People Before Profit ha estado presente en 17 de 40, obteniendo más de un 15% en una de ellas, y Anti Austerity en 12. El leve giro a la izquierda puede explicarse por el importante movimiento popular contra las tasas de agua en 2014, la única respuesta visible al rescate, que hizo que el Socialist Party adoptara el nombre de Stop the water tax. Sin embargo han sido los debates sobre los derechos civiles los que han reforzado al Sinn Féinn.

A pesar del descenso del paro en 5 puntos esta última legislatura, un dato muy promocionado triunfalmente por el ejecutivo saliente, la sensación de mejora no ha alcanzado a las familias trabajadoras, que han sufrido el retraso a los 66 años en la edad de jubilación e importantes recortes en los presupuestos anuales cuya huella está lejos de borrarse.

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