lunes, 13 de abril de 2015

VALORACIÓN DE LAS ELECCIONES ANDALUZAS


Alex García, firmante del manifiesto “mover ficha” e inscrito en PODEMOS Granada.

¿Se puede decir que Susana Díaz ha sido la gran triunfadora en Andalucía?

Si vemos la foto fija del número de parlamentarios y parlamentarias que ha obtenido cada formación política (PSOE: 47, PP: 33, PODEMOS: 15, Ciudadanos: 9 e IU: 5) la conclusión de la victoria del PSOE es evidente. Pero, pensamos que es necesario escapar de esa foto fija para analizar más en profundidad los datos. Por ejemplo, el PSOE obtuvo en 2012 un 39.56% de los votos y en 2015 un 35.43%. Es decir, que ha pedido algo más del 4% de los votos. IU ha perdido también algo más del 4% de los votos (11.35% 2012 y 6.89% en 2015). ¿Cómo es posible que habiendo perdido ambas formaciones algo más del 4% de votos una de ellas siga manteniendo los 47 parlamentarios y la otra ha perdido 7 (de 12 a 5)?
Otro dato relevante es ver el apoyo que el PSOE ha obtenido en los diferentes procesos electorales para observar el apoyo que ha recibido este partido:

AÑO
PORCENTAJE DE VOTOS
NÚMERO DE PARLAMENTARIOS
82
52.54%
66
86
47.04%
60
90
49.6%
62
94
38.71%
45
96
44.05%
52
2000
44.32%
52
2004
50.36%
61
2008
48.41%
56
2012
39.56%
47
2015
35.43%
47

La conclusión de estos datos es enormemente reveladora, en el año 2015 el PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia en Andalucía.

Por último, queremos analizar directamente el número de votantes que ha tenido el PSOE desde el estallido de la crisis. Lo hacemos así también, ya que en ese periodo el número de personas con derecho a voto en Andalucía era similar. Así que directamente veamos el número de votantes del PSOE en estos años: en 2008 obtuvo 2.178.296, en 2012 obtuvo 1.527.923 y en 2015 obtuvo 1.409.042. Los datos siguen siendo reveladores, desde el estallido de la crisis la pérdida de votos del PSOE ha sido enorme. Primero perdió alrededor de 650.000 votantes y en las elecciones del pasado 22 de marzo perdió de nuevo cerca de 120.000 votantes a pesar de haber aumentado la participación desde el año 2012 al año 2015 en unas 130.000 personas.

Así que a la luz de los datos reflejados más que una gran victoria de Susana Díaz y del PSOE el titular de las elecciones andaluzas debería ser “los dos partidos con más responsabilidad en la crisis económica y el austericidio siguen perdiendo influencia”.

La verdad es que gran parte de la sensación de éxito que se está trasladando al conjunto de la población únicamente responde a la operación de maquillaje que permiten tanto el sistema D´HONT como la circunscripción provincial que favorece la concentración de votos y el bipartidismo. No es que Susana días haya conseguido una gran victoria, sino que el PP ha perdido mucho más votos que el PSOE. Algo parecido sucedió en el anterior ciclo electoral, que parecía que teñía de azul todo el panorama político institucional y que llevó al PP al Gobierno. Pero lo cierto y verdad es que en aquella ocasión lo que sucedió es que ambos partidos perdieron votos pero el PSOE perdió muchos más que el PP. De nuevo, la transformación y maquillaje que hace el sistema D´HONT y la circunscripción provincial al conjunto de los votos permitió dar la apariencia de que el PP había obtenido unos grandes resultados cuando no fue así.

Esta primera parte del análisis tiene un fundamento puramente matemático, pero con unas importantes consecuencias políticas. A pesar de que el PSOE ha obtenido el peor resultado en Andalucía Susana Díaz aparece hoy día como la gran líder para enfrentarse al PP y frenar el efecto PODEMOS que ha conseguido canalizar gran parte de las ansias de cambio que ha provocado la crisis económica y política.
¿Qué ha pasado con el bipartidismo?
A pesar de que el PP insista de una manera propagandística que ya estamos saliendo de la crisis. Que el PSOE diga que los recortes que tiene que hacer son porque le vienen impuestos desde Europa y el Gobierno. Lo cierto y verdad que ambos partidos son los responsables de las políticas de austeridad y recortes constantes tanto en el sector público (educación, sanidad, dependencia, etc.) como en el sector privado (reformas laborales, despidos, desahucios, etc.). Estás políticas son las responsables de que a finales del año 2014 continúe la tendencia de concentración de riquezas, aumento de la desigualdad y de la situación de pobreza para muchas familias, trabajadores y trabajadoras.

Siendo la responsabilidad de estos partidos enorme sobre la situación económica actual, no debemos olvidar que el origen mismo de la crisis hunde sus raíces en la lógica suicida del sistema capitalista de aumento constante del beneficio económico, concentración y acumulación del capital en muy pocas manos. Con el estallido de la crisis hemos vivido unos años de muchos recortes, crisis institucional y política. Años también de importantes cambios y removilización social.

Dichos cambios se han traducido en una disminución clara de la influencia del PP y el PSOE o lo que es lo mismo de la caída del bipartidismo. Veamos algunos datos que reflejan esta caída: en el 2008 PP y PSOE concentraban el 86.86% de los votos, en el 2012 el 80.43% de los votos y en el 2015 el 62.19% de los votos. Es decir, ha habido una caída de 18.24 puntos. Si nos fijamos en el número de votantes, tenemos que en 2008 sumaron 3.908.450, en 2012 sumaron 3.098.756 y en 2015 han sumado 2.473.210. Es decir, que en el periodo 2008-2015 el bipartidismo ha perdido 1.435.240 de votos. Hay que tener en cuenta, a la hora de analizar estos datos, que la participación en estos años ha sido diferente y por eso es más difícil compararlos. De alguna manera en el 2012 (60.78% de participación frente al 72.67% de 2008) el castigo al bipartidismo fue en gran parte a la abstención y a IU, en el 2015 (63.94% de participación) el nivel de participación es más similar respecto a las anteriores elecciones y esos votos han ido en gran medida a PODEMOS y Ciudadanos, además de mantenerse una gran parte en la abstención.

Rescatamos nuevamente la operación de maquillaje de la ley electoral que hace parecer unos resultados históricamente tan malos y una pérdida clara de influencia del PP y PSOE en una sensación de que a nivel institucional la cosa no cambia mucho. Y es que tanto la ley como las instituciones están hechas para favorecer la concentración de votos y la supervivencia del modelo social, económico y político. Traducido a datos, estos ponen de manifiesto que habiendo obtenido un 62.19% de los votos, a nivel del parlamento andaluz la concentración de PSOE y PP (47+33=80) asciende al 73.39%. ¡Bendita ley electoral!

La conclusión en este caso, al menos a mi modo de ver, es que la crisis económica sigue desgastando al sistema económico y político. Abriendo grietas y espacios para poder hacer presión y seguir alimentando la ilusión y la idea del cambio. Todo ello, a pesar de que el modelo legislativo e institucional tenga como objetivo central que todo siga igual ¿quién dijo que fuera rápido y sencillo?

El asunto y reflexión que tenemos que abordar es ¿cómo ponemos sobre la mesa un programa económico, político y de acción social que nos permita cambiar con la lógica actual y las reglas del juego de este sistema de explotación e injusticias?

¿Por qué hay en PODEMOS una cierta sensación de fracaso? ¿Ha sabido aprovechar esas posibilidades de descontento?

La crisis y las políticas de los partidos del régimen les han ocasionado un enorme desgaste pero aún es insuficiente para poder cambiar el rumbo y situación actual.
Si analizamos los datos de manera objetiva, teniendo en cuenta la corta vida de PODEMOS, el resultado obtenido es bastante bueno. A pesar de eso, en muchos ámbitos se ha instalado una cierta sensación de fracaso ya que no se ha conseguido cumplir con las expectativas creadas viniéndose un poco abajo la idea del Tsunami. Esto ha sucedido tanto en el interior de PODEMOS como a nivel social. Por supuesto, con el apoyo de muchas editoriales y medios de comunicación que muestran una orientación clara de reforzar la figura del PSOE, el bipartidismo y la estabilidad.

¿Por qué no ha obtenido mejor resultados PODEMOS?

En este sentido habría que plantearse diferentes aspectos, que por separado y de manera combinada han impedido que esta nueva formación política haya conseguido un mejor resultado.

Hay que reconocer que la maniobra de Susana Díaz con el adelanto electoral ha sido muy beneficiosa para 
su partido. Con la jugada ha conseguido ganar las elecciones (a pesar de obtener los peores resultados de la historia), mostrar el hundimiento del PP, hacer que IU aparezca como un partido que priorizaba ante todo su participación en el co-gobierno de la junta y poner en dificultades a PODEMOS para hacer su campaña.

Y es que a pesar de que PODEMOS ha conseguido poner en marcha una campaña con una importante capacidad hay cuestiones que no se resuelven de la noche a la mañana. Me refiero en concreto a conseguir que PODEMOS tenga un anclaje y base social. Gran parte del electorado de PSOE o IU en Andalucía está relacionado con su vinculación y trabajo en el plano más territorial o rural. O lo que es lo mismo, con su vínculo más cercano a la sociedad. Y esa tarea en gran medida la tienen que desarrollar los diferentes círculos tanto sectoriales como territoriales que se han ido estableciendo por el conjunto de nuestra tierra.

Si PODEMOS quiere seguir conquistando espacio político deberá asentarse en la realidad social y política más concreta, o lo que es lo mismo el desarrollo de los círculos. Es imposible cambiar nuestra sociedad basándonos en el impulso mediático de los “grandes líderes”. Eso no quiere decir que este terreno de juego no tenga importancia, pero para poder ganar la influencia histórica del PSOE en cada una de las ciudades y pueblos de Andalucía, el factor mediático debe estar combinado con un anclaje social e implantación mucho más grande.

Es en este sentido donde encontramos uno de los límites del desarrollo actual de PODEMOS. En el mes de octubre salía ganador un modelo organizativo para esta nueva formación política y tras estos primeros meses ya podemos hacer algunos análisis. Lo primero que detectamos es que los círculos están teniendo cada vez menos peso y responsabilidades. Si vemos por ejemplo el desarrollo del último programa para las andaluzas, observamos una ausencia total de debate y participación por parte de los círculos en la redacción del mismo.
Otro de los cambios que se introdujo tras el verano en PODEMOS fue el asunto de las listas plancha. Este método de elección de los órganos de dirección y secretarios generales es profundamente verticalista y engañoso. Anteriormente hemos estado hablando de como el sistema D´HONT permite que el bipartidismo aumente su influencia desde el 62.19% de los votos al 73.39% en el parlamento. Pero es que el sistema de listas plancha instalado permite anular la pluralidad política. En Andalucía uno de los ejemplos más evidente lo podemos observar en las elecciones al consejo ciudadano de Sevilla. Se presentaron dos listas a este órgano, una de ellas llamada Claro Que Podemos (CQP) que obtuvo el 49% de los votos y otra llamada Sevilla Si Podemos que obtuvo el 47%. El método de primarias con listas plancha ha permitido que la candidatura que gano las elecciones con el 49% obtuviese una representación en el consejo del 94.3%. El sistema es bastante perverso y a mi entender peligroso. No podemos exigir pluralidad y democracia hacia fuera cuando algunos de los mecanismos internos de los que nos hemos dotado carecen de ella.

A esta cuestión se suma la sensación de que sólo las listas apoyadas o “bendecidas” por la dirección estatal de PODEMOS agrupadas en torno a las siglas CQP son las que consiguen ganar en estos procesos internos. Los datos son nuevamente reveladores, de todas las capitales de provincia sólo en Málaga ganó una lista que no estaba apoyada por Pablo Iglesias. Una situación similar se ha dado en los procesos autonómicos. Sólo en Aragón no ha ganado la lista de PI y después tenemos la situación en Andalucía con el pacto con Teresa Rodríguez.

Y es que tanto la configuración de las listas al consejo ciudadano andaluz, como las primarias (en las que ha habido un pacto con EQUO) o la elaboración del programa de PODEMOS para Andalucía han sido el resultado de pactos entre ambos sectores. El papel que han jugado el conjunto de los inscritos y las personas que participan en la organización ha sido muy escaso. Nuestra labor, se resumen en una especie de voto legitimador del proceso. Es decir, dar el visto bueno o legitimar las decisiones y debates que toman algunas personas por arriba.

Las consecuencias directas de estas políticas es que los círculos se están vaciando de contenido, de gente y de participación. El discurso del empoderamiento popular, de que el conjunto de la ciudadanía tome partido de la política, de ser un partido nuevo alejado de las dinámicas tradicionales debe ir más allá de bonitas palabras. Debe materializarse en hechos y políticas y algunas de las que se han tomado hasta ahora creo que son erróneas para conseguir este objetivo.

Dinamizar y potenciar los círculos va a permitir a PODEMOS tejer su anclaje social. Un elemento que le puede permitir en un futuro cercano dar respuesta a los grandes retos que tenemos por delante.

Otro elemento en el que PODEMOS se ha instaurado últimamente es en la idea de la “centralidad del tablero electoral o institucional”. Orientación que está llevando a la formación a una pérdida de identidad. Me parece bien como estrategia política o discursiva que nos centremos más en el debate de las propuestas o programas. Pero tampoco creo que debamos perder nuestra identidad y sobre todo nuestras reivindicaciones. La centralidad del tablero a la que debemos aspirar es a la de un plan de rescate ciudadano, un plan de urgencia social. Dicho plan debe tener varios pilares:

1.- Vivienda. Según datos del INE, que elaboró un censo en 2011, las viviendas vacías ascienden a 3.4 millones. Hay algunas informaciones que dicen que la cifra es bastante mayor llegando a los 5 millones. Lo que parece claro es que España se sitúa en el puesto número 1 con gran diferencia en el conjunto de la UE. Siguiendo el sentido común, ese al que tanto apelaba PODEMOS en sus inicios, la solución más lógica sería que la gente que no tenga casa ocupase alguna de esas que están vacías. Lo que también parece claro es que llevar a la práctica este sentido común no es una tarea sencilla. En cualquier caso, deberíamos empezar a desarrollar una serie de medidas y propuestas que permitan aplicar este sentido común. Alguna de estas mediadas puede estar relacionada con la expropiación a los bancos de las casas que están usando para la especulación y ponerlas al servicio de la gente. Uffff, con la propiedad privada hemos topado… Pero este es el asunto ¿cuál debe ser la prioridad de una sociedad? ¿El respeto a los derechos de propiedad de unos bancos especuladores con miles de beneficios y ayudas públicas o la defensa de ese famosos artículo 47 de la CE que habla del derecho a la vivienda pero del que ningún Gobierno se acuerda?

2.- Suministros básicos. Desde el estallido de la crisis los datos dicen que el precio de los suministros energéticos ha subido sobre un 70%. La consecuencia directa de estas subidas es que hay numerosas familias que no pueden tener acceso a cosas tan básicas como agua o comida caliente condenando a una situación de pobreza a muchas personas y niños. El sentido común de nuevo parece claro, es necesario garantizar unos suministros básicos a estas personas a pesar de que las grandes compañías eléctricas o petroleras ganen menos dinero.

3.- Empleo. No voy a insistir en estos datos que conocemos bien tras años sufriéndolos. En primer lugar, hay que hacer balance de las reformas laborales del PSOE y el PP, las cuales sólo han servido para aumentar la cuenta de beneficios de las grandes empresas de este país. Por esta razón, hay que retirar todas las RR.LL. e implementar un plan de empleo que tenga como prioridad dar trabajo a aquellas personas en situación de paro de larga duración. Un plan que permita poner recursos al servicio de los y las trabajadores. Medidas como la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial o la prohibición de despidos en empresas con beneficios serian justas y necesarias para abordar esta realidad de desempleo y precariedad.

4.- Servicios públicos. El ataque al estado del bienestar ha sido otro de los grandes fetiches de las políticas de la TROIKA. Las consecuencias de esas políticas son bien conocidas así que el sentido común parce que nos diría algo así como que debemos hacer todo lo contrario de lo que se ha hecho.

5.- ¿De dónde sacamos los recursos? La respuesta a esta pregunta implica unas grandes consecuencias económicas y políticas. Una vez establecidas las grandes prioridades del plan de urgencia social, el resto de medidas deben estar encaminadas a permitir su aplicación. Por esta razón la prioridad no es la que establece la reforma del artículo 135 de la constitución del pago de la deuda. Por esta razón, no debemos asumir el pago de aquellas deudas que de forma ilegítima han contraído empresas privadas con el único fin de la especulación y el lucro privado y que están en la base de la gran corrupción económica y fraude fiscal. Por esta razón, habrá que recaudar impuestos de aquellas personas y empresas que los tienen y les sobran. Por esta razón, hay que acabar con esa idea preconcebida de que el interés económico de unos pocos está por encima del de la mayoría y que no hay recursos. Los datos de 2014 vuelven a confirmar la tendencia de los últimos años, lo únicos que salen de la crisis en este país son las grandes fortunas provocando una mayor situación de desigualdad social.

Habrá gente que diga que este discurso político puede asustar a muchas personas y sobre todo al régimen establecido, pero lo cierto es que estas ideas se acercan a lo que mi entender debe ser la centralidad del tablero: las necesidades de miles de ciudadanos y trabajadores de este país.
Sin embargo, los programas electorales y discurso desde el surgimiento de PODEMOS, están realizando un “viaje” hacia una mayor neutralidad política. El pasado mes de marzo pudimos ver una buena muestra de este cambio que se está produciendo en el discurso político con el programa para las elecciones andaluzas. A mi juicio, la ausencia de muchas reivindicaciones importantes ha supuesto que PODEMOS pierda identidad política. Los ejemplos son múltiples:
  • En materia de educación. Si comparamos las medidas del programa con algunas reivindicaciones que los propios MM.SS. y muchos sectores han planteado, los “olvidos” son muy importantes. No hay una posición clara sobre los recortes, es más dice en la propuesta 51 evitando los recortes en educación. En cuanto a la educación privada la posición es la de limitación de la cesión de suelo público para construir centros privados (medida 64). Este punto me parece poco comprensible, no es ya que no tengamos una posición clara sobre los centros privados sino que limitamos el uso de suelo público para los mismos. Entiendo que la reivindicación debería ser la de uso exclusivo del suelo público para centros públicos. Pero la gran olvidada por supuesto es la educación concertada. Sobre este aspecto el silencio de las medidas es realmente preocupante.
  • En materia de sanidad. En este caso no se hace ninguna referencia a la retirada de los recortes presupuestarios ni a la gestión privada de centros sanitarios. Pero las medidas que más me han llamado la atención son las que hacen referencia a la externalización de servicios sanitarios y no sanitarios. La reivindicación debería ser claramente la necesidad de la gestión pública de todo el servicio, pero parece que esto se ha perdido por el camino. Me ha sorprendido especialmente, seguramente porque he compartido con muchos trabajadores del sector de la hostelería sus conflictos y luchas, la medida 22 evaluar la privatización de servicios no clínicos – hostelería, limpieza, etc.-. Las prácticas de las empresas y subcontratas que se hacen cargo de estos trabajos son muy reveladoras: incumplimientos de convenio, impagos de salarios, despidos, represión sindical, etc. Por lo tanto, la reivindicación que PODEMOS debe poner sobre la mesa es la gestión pública. Porque cualquier tipo de fórmula de subcontrata lo único que permite es introducir precariedad e inestabilidad laboral. Normalmente la gestión la asume algún tipo de PYME que gana dinero con la concesión a costa de los salarios de sus empleados/as.
  • En materia de empleo. En este punto, a pesar de que no sea competencia de la junta, faltaría un posicionamiento sobre la derogación de las reformas laborales. Por otra parte, la primera tarea de un plan de urgencia social debido al gran desempleo con cifras insoportables para mujeres y jóvenes o la situación de los inmigrantes debería ser destinar los recursos necesarios del presupuesto para implementar plantes de empleo (atendiendo a criterios de sostenibilidad y viabilidad) para paliar esa problemática. Así que en materia de empleo la ausencia de medidas para resolver este grave problema, al menos en el corto plazo, es bastante preocupante.
  • En materia de territorio andaluz. Quizás en este punto encontramos una de las ausencias más graves en las reivindicaciones del campo andaluz: la reforma agraria. Seguramente porque esto supone hablar de la propiedad privada de grandes latifundios, de las ayudas públicas que estos reciben; en definitiva del reparto de la tierra y el trabajo. También es incomprensible la posición dubitativa que ha mostrado PODEMOS sobre el PER. Por supuesto que debemos apostar por que la gente del campo tenga un trabajo digno y no subsidios, pero eso no quiere decir que estemos en contra de los mismos porque haya sido una medida que el PSOE ha utilizado en las zonas rurales de forma clientelar. Habrá que dar una solución a estos problemas sin generar estas dinámicas.
  • Crisis económica y deuda. El cambio de discurso que se ha producido en PODEMOS en este sentido es el que más me preocupa. En la situación de crisis que estamos viviendo han dejado de señalarse los problemas estructurales y de modelo económico, para hablar exclusivamente de los excesos de los mercados, la especulación descontrolada o la corrupción. Y no es que debamos llegar a la conclusión que estos factores no han estado presentes. Vivimos en un modelo económico especulador de casino, donde el capital financiero ha adquirido unas dimensiones muy peligrosas generando grandes burbujas especulativas (de vivienda, de deuda, de alimentos, etc.). Las consecuencias políticas de esta transformación son muy importantes, porque el escenario cambia de manera importante. Si el problema son los excesos del sistema económico, la solución es por tanto controlarlos. Es decir, deja de ser necesaria la perspectiva de superación del modelo. Pero claro, lo que no explican estas teorías es porque se produce ese sobredimensionamiento del sector financiero-especulativo. No pretendemos hacer un tratado de economía, pero en mi opinión, la acumulación de riquezas en manos privadas y la lógica irracional de maximización del beneficio económico nos ayudan a comprenderlo mejor. Pero claro, abordar esta senda implica entrar a reflexionar sobre la propiedad privada y la acumulación de riquezas, en definitiva a cuestionar uno de los pilares del sistema capitalista. Introduciendo a la vez la perspectiva de la transformación de la sociedad. Así que, instaurados en los excesos del capitalismo, ya se ha quedado por el camino la auditoría de la deuda y aún más lejos el impago de la parte ilegítima. ¿Por qué? Es una gran pregunta para la actual dirección de PODEMOS. Nuestro viaje al centro del tablero está dejando de señalar las políticas de la TROIKA, del austericidio o la responsabilidad del sistema capitalista en la crisis. Cuestión que también provoca un alejamiento de muchos sectores populares que desde el 2007 estamos sufriendo sus consecuencias y enfrentándonos a ellas. Sectores y brecha política que permitió en gran mediada la irrupción y ascenso de esta nuestra nueva formación política.
PODEMOS ha canalizado en gran parte en el rechazo generalizado por la crisis económica y política instaurándose en la ola del cambio político con una gran fuerza e impacto. Esta estrategia no ha quedado ajena a otras fuerzas políticas y Ciudadanos también se ha subido a la ola del cambio. Esto quiere decir que en ese rechazo al sistema político actual, al menos en el plano más institucional o electoral, hay espacio para una formación que sin el desgaste y el peso de los partidos con responsabilidades de Gobierno de la imagen de una nueva formación impulsada por líderes mediáticos jóvenes pero con un perfil más populista de derechas. Si la senda de PODEMOS es la de la “neutralidad” política para poder competir exclusivamente en ese espacio electoral creo que cometerá un grave error. Este PODEMOS puede que consiga unos resultados decentes y obtenga un buen puñado de diputados, parlamentarios, etc., pero su potencial dinamizador y de cambio real de la situación económica y política actual quedará muy limitado.

Considero que es necesario sumarse e impulsar esa ola que tiene ganas de cambios de las políticas actuales, pero debemos posicionarnos para intentar dirigirla hacia donde nosotros queremos. Y esta es la encrucijada en la que estamos con PODEMOS. De momento ha conseguido ser una organización con gran capacidad de movilización, aumento de la participación y organización de la gente trabajadora. La cuestión ahora es para dónde tirar.

La discusión tienen un carácter estratégico y debe responder preguntas como: ¿Es posible cambiar las políticas de explotación, recortes y desigualdad? ¿Cómo podemos hacerlo?

La capacidad de influencia, participación y crecimiento de PODEMOS creo que la hacen a día de hoy, a pesar de las contradicciones que están apareciendo, una herramienta en la que seguir participando. Pero creo que debemos afrontar una reflexión colectiva sobre este debate estratégico.

Para ello, podemos observar que está sucediendo en países como Grecia. La conquista del Gobierno por parte de Syriza está siendo insuficiente para poder llevar a delante algunas de las reivindicaciones que llevaban en su programa y que tras su anuncio fulgurante (aumento del SMI o reestructuración de la deuda) han tenido que ir retirando. Las presiones del capital internacional, los acreedores de la deuda y la TROIKA sitúan a Syriza, de alguna manera, en una encrucijada parecida. ¿Cómo podemos imponer nuestro programa de reivindicaciones?

No debemos subestimar la capacidad y el poder que el Estado y el capitalismo tienen para sobrevivir. Por eso, incluso para la medida más moderada pero que implique cuestionar los intereses de los grandes poderes será necesaria una gran capacidad de respuesta y movilización.
Es por ello que un programa de urgencia social que defienda los intereses de las clases populares y trabajadoras sólo se podrá conseguir mediante una gran respuesta social que los ponga en movimiento. De ahí, que además de nuestra participación en los procesos electorales debemos seguir trabajando para la removilización social. Curiosamente, es esa movilización la que ha permitido en gran medida la aparición de PODEMOS y será su mejor garantía para seguir creciendo.


La grave crisis que estamos sufriendo y que tiene una perspectiva de seguir desgastando al régimen y a sus partidos por eso debemos seguir trabajando para conseguir cambiar la sociedad de raíz. Ha llegado la hora de usar nuestra inteligencia colectiva para proyectar una sociedad diferente cuyo pilar central sea el bienestar del conjunto de la población. Entiendo que esto le pueda asustar a mucha gente, sobre todo a esos grandes capitalistas y políticos que tienen el poder, pero debemos trasmitirles un mensaje muy claro: la acumulación de riquezas en manos privadas que permite este sistema capitalista es la gran responsable de la situación económica no sólo en este país sino a nivel mundial y debemos superarla.

1 comentario:

  1. Estupendo artículo. Muy buen análisis post-electoral en Andalucía, y muy buena reflexión sobre el aparente estancamiento de PODEMOS, que a mi entender es la pérdida de identidad y la neutralidad.

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