miércoles, 20 de abril de 2016

HAY QUE ECHAR AL PARTIDO POPULAR, SU CORRUPCIÓN Y SUS POLÍTICAS

El pasado miércoles 13 de Abril el alcalde de la ciudad de Granada, José Torres Hurtado, junto a la concejala de urbanismo, Isabel Nieto fueron detenidxs por irregularidades en la operación urbanística que dio origen a la construcción de una pista de patinaje y una discoteca junto al centro comercial Serrallo Plaza. Fueron puestxs en libertad con cargos casi de inmediato. El Partido Popular ha intentado situar como hechos aislados tanto este caso como el del ya exministro de Industria Jose Manuel Soria, implicado en la creación de una sociedad offshore en el marco de los llamados Papeles de Panamá. A pesar de los intentos del PP, tanto el alcalde, como Isabel Nieto, así como Sebastián Pérez, actual presidente del PP en Granada, han dimitido de sus cargos en el Ayuntamiento.
La realidad es que estos no son casos aislados, no son “manzanas podridas” sino que son un síntoma claro de cómo y para quién se hace la política. Los partidos de todo el arco electoral asumen todos estos casos de corrupción como un problema judicial. Hemos escuchado declaraciones de todas las organizaciones en las que se llama a “dejar actuar a las fuerzas policiales y judiciales”. Situarlo como un problema judicial y no político significa dejar está cuestión en manos de los propios aparatos del estado que están bajo el control de los que gobiernan y dirigen la sociedad. Significa, a todas luces, confiar una cuestión política a un poder judicial que está claramente al servicio de los capitalistas, sus políticas y sus cargos políticos. Y lo hemos visto claramente durante los últimos años, las respuestas que ha dado el poder judicial a la clase trabajadora y a la juventud han sido en forma de ejecución de desahucios, apoyo a EREs en muchas empresas, represión para lxs que luchan contra las políticas austericidas (ahí tenemos el reciente caso de Andrés Bódalo, que sigue en prisión), mientras que a lxs capitalistas y sus cargos políticos se les da la respuesta contraria. Casos de corrupción como los de la Junta de Andalucía en el caso de los EREs, la Casa Real, el gobierno de la Comunidad Valenciana y los casos de corrupción que atraviesan al Partido Popular…pero también el poder judicial ha respaldado y dado cobertura a políticas legales que van claramente en contra de las necesidades y los intereses de los sectores populares que más están sufriendo la crisis. Es un problema político que debe ser resuelto políticamente.
El caso de Torres Hurtado e Isabel Nieto muestra de manera nítida que no es exclusivamente un problema de legalidad e ilegalidad. Llevamos años viendo como, de manera totalmente legal, están poniendo en manos de familiares y amigxs los servicios públicos de nuestra ciudad, mientras precarizan y despiden a trabajadorxs de esas mismas empresas como Rober e Inagra. Paralelamente a esto han hecho políticas que venían a empobrecer a lxs más pobres como los planes de empleo para la juventud en condiciones de absoluta precariedad, el aislamiento a lxs barrios trabajadorxs con planes de movilidad que están destinados exclusivamente al turismo de la zona centro, así como tantas otras políticas que, estando dentro de los marcos legales de la institución, son tan sumamente graves como los casos de corrupción que están saliendo ahora.
Desde IZAR creemos que no es suficiente con un cambio de nombres. El problema no es solo el Partido Popular sino sobre todo sus políticas. Sacar a Torres Hurtado, Isabel Nieto y Sebastián Pérez para poner a Juan García Montero no cambiará nada. Tampoco lo hará una mezcla de siglas contra el Partido Popular, que es lo que está ahora mismo encima de la mesa, tras la moción de censura anunciada por Ciudadanos, PSOE, IU y previsiblemente Vamos Granada, ya que esto no nos asegura un cambio de orientación en las políticas que se están llevando a cabo en Granada. Es el momento de poner encima de la mesa la corrupción del Partido Popular pero también la necesidad de remunicipalizar los servicios públicos, la reversión del plan actual de movilidad, la derogación de la ordenanza municipal “para la convivencia”, el enfrentamiento a la deuda municipal que no hemos generado lxs trabajadorxs granadinxs, el apoyo incondicional a lxs trabajadorxs de la hostelería granadina que están en lucha por su convenio y muchas otras cuestiones que vienen atacando a las clases populares de nuestra ciudad. No podemos quedarnos sentadxs, a la expectativa de los acuerdos a los que se lleguen por arriba. Para que todas estas cuestiones se incluyan en el escenario político la única posibilidad es que se presione desde las calles, desde los barrios y los centros de estudio y de trabajo. 
IZAR Granada. 20/04/16

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