lunes, 25 de febrero de 2013

Crónica y reflexión del 23F a partir de la Marea Ciudadana en Granada

Una oleada de mareas desde abajo para ahogar al capitalismo

El reto, importante y ambicioso a la vez que irrenunciable, en momentos en que el capital nos golpea de forma inmisericorde y -por ahora- sólo nos queda defendernos sacando músculo en la calle: unir en Granada, como en otras ciudades del estado, las mareas Verde y Naranja, las mesas en defensa de la sanidad pública, la plataforma Stop desahucios, el 15M y un amplio número de organizaciones sociales, sindicales y políticas, entre las que se encuentra Izquierda Anticapitalista.

Desde Marea Verde tomamos la iniciativa de llamar a una reunión unitaria y amplia a las mareas y movimientos sociales de Granada que quisieran secundar la fecha del 23 de Febrero. Junto a la nuestra, la Marea Naranja, la de los servicios sociales, y las Mesas en defensa de la sanidad pública, que agrupa a personal sanitario, de dependencia e inmigración, acudieron Equo y el 15M, y en otras dos reuniones se sumaron ATTAC, Frente Cívico, los restantes partidos políticos y la práctica totalidad de los sindicatos, Plataforma contra la crisis y Stop desahucios.

Así las mareas logramos convocar el pasado el 23 de Febrero a la práctica totalidad y pluralidad de organizaciones político-sociales a la izquierda del social-liberalismo en Granada, para dar un paso unitario al frente, los de abajo, a las políticas de recorte impuestas. Una manifestación de quienes nos encontramos en la lucha desde diversos planos y coincidimos estos años en largas asambleas, piquetes de huelga y delante de los juzgados clamando contra la represión, desafió una tarde que amenazaba lluvia. El protagonismo se decidió conceder desde la primera reunión a las mareas, las protagonistas de la jornada. Tras la pancarta de cabecera en la que nos encontrábamos Marea Verde sin parar de lanzar consignas y la compacta y ruidosa masa de globos naranjas de los servicios sociales se unían, muchos de blanco, las Mesas en defensa de la sanidad pública, y algo más lejos, de amarillo, un grupo de trabajadores de los talleres de empleo, despedidos por la Junta.

Aunque el blanco más coreado presente en los lemas durante toda la marcha fueron el presidente y su ya caduco y muy repudiado gobierno, la Marea Verde nos acordamos específicamente de Wert y la LOMCE que trae bajo el brazo, de la consejera del ramo, siempre-justificadora-de-despidos, Mar “cretina, trabaja de interina” Moreno y tampoco olvidamos que “Rajoy, Griñán, Valderas, los 3 tienen tijeras”, porque IU no es ajena a las políticas de la Junta.

En la segunda parte de la manifestación de las mareas tuvieron hueco la asamblea del 15M, los constituidos recientemente yayo-flautas granadinos y el importante y destacado en la resistencia grupo de Stop desahucios, solidarios desde hace meses con las luchas de los trabajadores, quedando al final las organizaciones políticas que se sumaron a la cita. Estuvieron presentes desde el Frente Cívico hasta Equo pasando por Izquierda Abierta, ATTAC, el PCE y las UJCE con las que compartimos lucha estudiantil.

Nuestro cortejo lo abría el lema “Desahuciemos las políticas de recortes”. A todas. Señalamos que de ninguna manera puede haber políticas de recortes buenas y malas, distinguiendo si quien empuña las tijeras es Rajoy o el bicéfalo y complaciente gobierno de Griñán-Valderas. Todas tienen hoja, recortan igual, todos los despidos desgarran familias. La crisis golpea más fuerte y produce mayor sufrimiento en la comunidad andaluza, donde los desempleados no se contentan con disfrutar del “muro de contención” que PSOE-IU nos recuerdan ser.

La manifestación de Marea Ciudadana rodeó simbólicamente la subdelegación de gobierno y avanzó por la Gran Vía creciendo en fuerza y participación. La Plaza del Carmen, sede del ayuntamiento, se quedó pequeña para las miles de personas que abarrotaban el centro de Granada y oyeron el manifiesto leído entre dos compañeras de las mareas Verde y Naranja, que acabó con el recientemente comprobado y puesto en práctica por las plataformas antidesahucios “La lucha es el único camino”.

Levantemos un tsunami que haga temblar las piernas al capital


Las manifestaciones de las mareas han sido un éxito rotundo en todo el estado y han logrado revitalizar la herencia desobediente del refrescante 15 de Mayo de 2011. Ni siquiera la descarada y burda censura y criminalización de la marcha en Madrid por los medios informativos se sostiene. Toca ahora hacer balance, apuntar bien el objetivo y marcar en el calendario una nueva fecha de movilización estatal superior a ésta, visto que las direcciones de CCOO y UGT seguirán de siesta post-congresual esta primavera.

En este segundo año de la era Rajoy, cuarto de políticas de ajuste y quinto de crisis económica, la fórmula de las mareas sectoriales como respuesta a los ataques de las clases populares han logrado llenar los espacios vacíos existentes a los que tanto el 15M como el sindicalismo de concertación no han podido o no han querido llegar. No toca ahora analizar las debilidades de ambos. El caso es que la indignación tiene algo que ver en el nacimiento de la Marea Verde y de todas las que han venido, desde la comunidad de Madrid, a medida que los ajustes aterrizaban.

La experiencia ganada con este 23 de Febrero hay ponerla en valor y se resume en la posibilidad certera de que convergiendo las diversas luchas, las de unos y otros, nos preparamos mejor para devolver el golpe en la calle. El tejido activista nos pone en mejor situación para nuevas movilizaciones de masas y futuras huelgas generales, pero exige construirlo con honestidad, codo a codo con los trabajadores. Nos faltan colores de mareas para hacer converger en el mismo tsunami una respuesta de clase. Hemos comprobado que la lucha más que nunca es necesaria, sirve y aúna voluntades contra los de arriba. Que la autoorganización de los trabajadores, los que movemos el engranaje, se eleva por encima de reformas y ajustes diseñados contra la mayoría de la población y ahoga conferencias de ministros y consejeras, ocupa dignamente y sin miedo parlamentos. El grito valiente de “Sí se puede” desde la tribuna del congreso al aceptarse a trámite la ILP de la PAH se repitió ayer en las calles como un clamor.

Sin duda serán inevitablemente necesarios nuevas oleadas y poderosos tsunamis solidarios para tumbar los ataques antipopulares del gobierno central y autonómico, seguir tejiendo alianzas y complicidades en la calle y los centros de trabajo en marcos unitarios, respuestas interprofesionales a las luchas cotidianas en formas de comités de apoyo a tantos conflictos laborales. Golpear juntos y más para quebrar el timón suicida del buque del déficit cero en el que nos arrastran los de arriba.

Desde dentro de las mareas, en los sindicatos en los que participamos y en nuestra organización política debemos ser capaces de afinar, marcar una diáfana orientación contra el sistema y superar el horizonte de la antiausteridad: hay que señalar cuál es nuestro bando, hacia dónde queremos caminar y girar para derrocar la lógica capitalista de la que éstas políticas derivan y se refuerzan.

Tomás Martínez, militante de Izquierda Anticapitalista-Granada y miembro de Marea Verde

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