En una entrevista al portal especializado en temas inmobiliarios
"idelialista.com", el diputado de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán,
vuelve a mostrar de qué lado está la formación "magenta" en esto de la
lucha de clases. Con los intereses de los bancos y contra los derechos
de los desfavorecidos.
Kaosenlared
En dicha entrevista,
Gorriarán se muestra contrario a la dación en pago retroactiva porque
considera que incentivaría el impago de las hipotecas. Obviando cosas
tan elementales como que ninguna persona, en su sano juicio, desea
perder su casa por motivo propio, o las tasaciones fraudulentas que los
bancos y agencias de tasación hicieron del valor de las viviendas a
precios de un mercado inflado por una burbuja desarrollada
artificialmente a beneficio e interés de esos mismos bancos (entre otros
muchos), muy por encima del precio real de las viviendas, como la
explosión de dicha burbuja ha puesto de manifiesto.
Gorriarán hace suyo el lenguajs y los argumentos de los "expertos
criminales de la banca", tal cual los definió Ada Colau en el Congreso, y
se olvida de la realidad social y laboral que suele encontarse tras los
procesos de desahucio. Además, poco menos que equipara la dación en
pago con una quita total de la hipoteca, algo que, como se sabe, no
tiene fundamento ninguno. Quien deja de pagar la hipoteca lo hace porque
no puede afrontar el pago de la misma, y, en ese caso, ya suficiente
castigo es que lo echen de la vivienda donde resida con su familia,
porque en ningún caso la dación en pago supone otra cosa que no sea
eso.
Como lleva repitiendo reiteradamente la PAH, la propuesta de la
dación en pago es una propuesta de mínimos que en absoluto resuelve el
problema de la vivivienda ni el drama social que se esconde tras la
inmensa mayoría de procesos de desahucio, ya que la persona afectada
debe abandonar su vivienda, con todos los problemas que ello acarrea en
la mayorías de estas personas y sus familias. Es por ello que la
propuesta se vincula también al fomento del alquiler social y otras
medidas que sirvan para garantizar el derecho constitucional de acceso a
una vivienda.
Pero lo que a todas luces es una medida paltiativa, de mínimos, que
no es precisamente ningún "chollo" para los afectados, ni ningún regalo,
el Diputado de UPyD, con su habitual retórica demagógica, lo convierte
en una afrenta para aquellas personas que, afortunadas ellas, sí pueden
afrontar el pago de sus hipotecas. En concreto, Gorriarán se refiere en
estos términos a la dicha cuestión: "lo que se plantea es una dación
en pago universal, retroactiva y voluntaria y es una medida equivocada
porque estarías incentivando el impago, así de claro. Esto, llevado al
extremo sería algo así como decir que el que paga es tonto. Convertir la
dación en pago en una cuestión innegociable es en realidad usar la
crisis de vivienda para crear una crisis política y echar un pulso al
sistema, es abusar de la gente y lo que piden los deudores hipotecarios
con problemas es que le soluciones el problema que tienen con la
hipoteca".
Una vez más, Gorriarán olvida que el origen de las diferencias entre
el valor actual de la vivienda y la deuda del hipotecado, que son el
centro del problema asociado a la no concesión de la dación en pago, se
fundamenta en cuestiones que son responsabilidad última del banco. Por
un lado, por haber tasado las viviendas muy por encima de su valor real y
haber concecido créditos hipotecarios sobre una base que no se
corresponde con la realidad, y, por otro lado, por los abusivos
intereses que cobran a los clientes, lo que en muchos casos es lo único
que el cliente acaba debiendo al banco cuando va a ser desahuciado y no
se le aplica la dación en pago, una vez ha pagado durante años sus
correpondientes plazos anteriores.
Lo que la PAH solicita es algo tan elemental como que una persona no
se quede con una deuda fraudulenta de por vida, sumada ya al problema de
haber tenido que abandonar su vivienda, y todo para que los bancos
pueda seguir haciendo negocio con esas deudas, manifiestamente
fraudulentas y abusivas.
UPyD muestra así, una vez más, de qué lado está en esto de la lucha
de clases. Es decir, con los intereses de los bancos y contra los
derechos de los desfavorecidos, como buen representante que es de la
vieja política, la política de siempre en el capitalismo: la política al
servicio del capital. Su regeneración política, al final, es esa. Más
de lo mismo pero engañando a cuantos tontos y tontas se dejen engañar
con su discurso demagogo y populista, de extrema derecha, postmoderno y
ultraliberal. A las personas con consciencia de clase, desde luego, no
conseguirán engañarlas.
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