
Sábado 5 de marzo 2011
300 inmigrantes sin papeles se encuentran en huelga de hambre, desde cerca de cuarenta días, en Atenas y en Salónica y casi un centenar ha tenido que ser hospitalizado. Se trata de gente que llegó a Grecia perseguida por la pobreza, por el paro, las guerras y las dictaduras. Gente que arriesgó sus vidas para llegar a la puerta europea con el fin de encontrar trabajo para sobrevivir. Como lo dicen en su llamamiento, ponen en peligro su vida “porque en todo caso no se trata de una vida digna. Elegimos morir aquí en lugar de heredar a nuestros hijos la vida que hemos padecido”. Han elegido poner en peligro sus vidas para poner fin a la injustica que padecen.
Es una época en la que en Grecia el mundo del trabajo y toda la población hacen frente a ataques sociales sin precedentes: hacia los trabajadores, los parados, la juventud… Una época donde se pone en tela de juicio los derechos elementales de vida y de trabajo, los derechos ganados mediante luchas. Es la época de la reducción de los salarios y de las pensiones, del aumento de los precios y de los impuestos, de los despidos, de la destrucción de todo lo que ha existido de carácter público y social en Grecia.
Las primeras víctimas de este tipo de ataque y de este tipo de deterioro de las condiciones de vida son evidentemente los trabajadores más precarios, los más sobreexplotados. Los inmigrantes sin papeles, que han trabajado en Grecia desde hace años y que han a menudo fundado una familia en este país han sido durante esos años una fuente importante de enriquecimiento para sus empleadores y para el propio estado griego (ver los juegos olímpicos de 2004). Hoy se encuentran no solamente enfrentados al mayor ataque desde decenios, sino también a una propaganda racista por parte de los medios, de todos los aparatos del estado y desgraciadamente, asumida por cierta parte de la población.
En plena crisis del sistema capitalista, el gobierno griego decide construir un muro a lo largo del Evros (río que separa Grecia de Turquía) para impedir el flujo de los “salvajes”. El ejército europeo vigila el mar Egeo, los inmigrantes son brutalmente reprimidos. El estado griego hace todo lo posible para convencer a su pueblo que la amenaza contra él y los culpables del ataque inédito que padece son los inmigrantes.
El gobierno del PASOK rechaza tercamente la petición legítima de regularización sabiendo que condena de ese modo a los huelguistas a la muerte. 8 miembros del comité de apoyo están siendo perseguidos por la justicia, así como el presidente de la facultad de derecho- dónde los huelguistas de hambre estuvieron albergados antes de que los evacuasen con la amenaza de expulsión violenta- así como algunos de los propios huelguistas. En el hospital, los policías intentan interrogar médicos y enfermeros para tener los nombres de los huelguistas hospitalizados mientras que la rueda de prensa del comité de apoyo del 1 de marzo vivió una agresión policial particularmente violenta.
Los huelguistas solo reivindican sus derechos - políticos y sociales- y deberes similares a los de sus compañeros griegos. Su lucha forma parte de la de todos los pueblos que se encuentran en la calle. Un fracaso sería el fracaso de todos. Los gobiernos intensifican su ataque sin precedente. La lucha legítima y la solidaridad internacional debe ganar.
Exigimos la regularización inmediata de los 300 huelguistas de hambre en Grecia.
Sus reivindicaciones son también las nuestras:
- Regularización de todos los sin papeles. Mismos derechos para todos los trabajadores.
- No a la construcción del muro en las fronteras entre Grecia y Turquía.
- Abrogación del reglamento Dublín II.
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