lunes, 3 de diciembre de 2012

Un nuevo 4 de diciembre para no caer en la resignación y coordinar las luchas en Andalucía

Comunicado de la Secretaría de Estudiantes andaluces de Izquierda Anticapitalista

Un 4 de diciembre, el pueblo andaluz se levantó para exigir la entrada a la autonomía bajo el reconocimiento de nacionalidad histórica, con el objetivo de obtener mayores competencias, mayor soberanía. Se consiguió tal reconocimiento, pero ¿se cumplió el objetivo? Hoy, 35 años después de esa transición “modelo”, nuestro pueblo sufre una situación social y económica que no puede entenderse sin analizar en parte el R€GIMEN de la constitución de 1978. Un régimen que está agotado, pero que no caerá solo.

En Andalucía sufrimos especial y específicamente un sistema que de sobra ha demostrado no poder garantizar las necesidades sociales de la mayoría. Educación y Sanidad son foco de ataques desde hace años, pese a que con una sola mirada a nuestros centros de estudio y a nuestros centros de salud podemos reconocer que no sobran docentes, ni sobran sanitarios. La lógica del capital camina a sus anchas por los senderos que le abre nuestra legislación andaluza, sin respuesta política por parte de unos partidos que cierran plantas de hospitales o dificultan cada vez más el acceso y continuidad de la formación, bajo la cínica fórmula de “la responsabilidad”. Pero la responsabilidad está en la calle, con las que luchan y sufren las políticas de austeridad, vengan del gobierno central (PP) o de la Junta de Andalucía (PSOE-IU).

No obstante, Andalucía está respondiendo en la calle a quienes se esfuerzan por explicar que una crisis generada por el 1% tenemos que pagarla el 99%. Plataformas en defensa de la educación pública, así como movimientos por otros servicios públicos, por no hablar de la dignidad de las que luchan por la vivienda digna y contra los desahucios, van surgiendo de la indignación de un pueblo que siempre reconoció la injusticia, pues nació como tantos otros bajo ella.

Ahora, jóvenes sin futuro, tenemos una responsabilidad, pero una de verdad, para con l@s de abajo, por nosotr@s, por nuestr@s mayores y por l@s que vendrán. Porque somos la primera generación que dicen vivirá peor que sus progenitores, la legalidad vigente no debe impedirnos salir a la calle y, sin miedo, reivindicar lo que es justo y legítimo.

En esta tarea, para canalizar la indignación de todo un pueblo, l@s jóvenes y estudiantes de Izquierda Anticapitalista pensamos que el movimiento estudiantil tiene un papel importante que jugar en el próximo período. En un contexto de acumulación de fuerzas para un nuevo ciclo de protestas masivas el siguiente trimestre, apostamos por un nuevo 4 de diciembre que ante todo debe ser una referencia de dignidad para romper con los sentimientos de resignación y desánimo que inspira el incierto plan de movilizaciones propuesto por las grandes centrales sindicales. Un plan de movilizaciones que corresponde a todas, pero que para ser mas coherente necesita empezar a coordinarse desde abajo, convergiendo todas y cada una de las luchas existentes. Ahí, nosotros y nosotras pensamos que la simpatía que genera el movimiento estudiantil, tiene que ser chispa y pegamento de una lucha de todos en defensa de nuestros derechos.

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