
13 abril 2011 (Tout est à Nous).
Francia está en guerra: en Afganistán, en Libia, pero también en Costa de Marfil y en otros lugares...habría en total cerca de 10 000 soldados del ejercito francés comprometidos en once “operaciones exteriores” incluyendo las del Tchad, Kosovo, Líbano, la República centroafricana, las regiones del Sahel y las costas somalíes... Y al final siempre tan pocas reacciones.
Cuando no es un apoyo franco y masivo como el del Partido Socialista, en primer lugar sobre Libia, mediante la voz de Jean-MArc Ayrault en el Parlamento el 22 de marzo: “Hemos suficientemente denunciado la pérdida de credibilidad de Francia al principio de las revoluciones árabes para noo saludar su compromiso con el pueblo libio. Apoyamos por tanto una operación que hemos deseado, en el marco que queríamos, el de las Naciones Unidas, y nos congratulamos de los primeros resultados obtenidos”. El mismo ha vuelto a felicitarse esta semana del “feliz desenlace” de la crisis en Costa de Marfil. Se mueven sin embrago siempre los mismos hilos, en el nombre del “derecho de injerencia humanitario” y de la ONU, o bien para poner en funcionamiento una zona de exclusión aérea como en Libia y proteger a las poblaciones civiles, o para protegerlos de las exacciones de Gbagbo pero aparentemente no de las de Ouattara ni las de sus aliados... con la misma tendencia a interpretar las susodichas resoluciones para pasar a la ofensiva...
Sin embargo no está tan claro que la influencia del imperialismo francés salga reforzado. Las operaciones militares no dejan de atascarse en Libia donde la OTAN ha tomado desde los primeros días la dirección de las operaciones a pesar de las fanfarronadas de Sarkozy.
En Costa de Marfil, Gbagbo ha sido echado pero Ouattara tendrá muchas dificultades para imponerse, al haber llegado en los furgones del ex ejercito colonial.
El imperialismo francés, duramente debilitado, multiplica las intervenciones para continuar existiendo. Pero para emanciparese, los pueblos solo pueden contar en sí mismos. Apoyarles aquí, es empezar por poner fin a la intervención de nuestro propio imperialismo.
Jean-François Cabral
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