viernes, 4 de octubre de 2013

EL MAREMOTO BALEAR NOS MARCA EL CAMINO: UNAMOS LAS MAREAS VERDES

En estos últimos meses en los que las direcciones sindicales continúan alargando su “siesta social” a casi un año del 14 de Noviembre y siguen calmando en vez de recoger la olla a presión de nuestra inamovible losa del desempleo, el silencio pesante de la precariedad y las derrotas laborales se rompe en zonas del estado con pequeños estallidos y nos da continuas bofetadas de dignidad a todos, dejándonos atónitos.

La chispa de la resistencia la iniciaron al principio del verano del año pasado los compañeros mineros. En todo el estado la simpatía prendió masivamente a raíz de la muy digna y enorme huelga sostenida durante más de un mes de las cuencas de Asturias. La brutal represión ejercida, entrando a balazos en las casas de los pueblos y deteniendo arbitrariamente a familias, espoleó una solidaridad que superó todas las expectativas imaginables. El recibimiento de la marcha a Madrid fue histórico.

Con el mismo impulso desbordante dio a luz la Marea Blanca, enorme bandera de dignidad de la sanidad pública madrileña, en pie de guerra desde hace casi un año. En Noviembre y Diciembre de 2012 médicos, enfermeros, técnicos y no sanitarios convocaron varios paros generales contra la privatización de 6 hospitales. Se realizaron encierros en veinte centros, empezando por La Princesa, y fue crucial el apoyo de los usuarios en las sucesivas manifestaciones.

La inacción del corporativismo de los sindicatos sanitarios fue fácilmente superada por las intensas movilizaciones y hasta se recabó la solidaridad de otras luchas en el sector sanitario del resto del estado, como el de los MIR andaluces, cuya semana de huelga coincidió en el tiempo. Desgraciadamente no se logró dar el salto cualitativo para la convocatoria de una huelga sanitaria estatal.

Ni en el caso de los mineros, a pesar de que se hacía más difícil, ni en éste la izquierda social pudimos o llegamos a tiempo para estar en condiciones de influir en el rumbo de la lucha y la agenda de movilizaciones. Cuando un inminente ataque al sistema público de pensiones, herido de muerte con la reforma pactada con Zapatero, vuelve a azuzar la necesidad de levantar un plan de lucha sostenido desde abajo, el maremoto verde de la enseñanza es una ilusionante bocanada de aire combativo.

La experiencia de la huelga indefinida de Baleares: una lección de dignidad
Días antes de que comenzara un difícil curso escolar mermado por los graves recortes en las islas, campeonas de la austeridad, entre otros sectores, en el de las ayudas a la dependencia, asambleas de docentes, coordinadas en todo el archipiélago de manera horizontal junto a padres, madres y estudiantes, han conseguido que las clases no vean sus puertas abiertas en los 300 centros de las Baleares convocando una inédita huelga indefinida que ya cumple las dos semanas.

Los profesores pitiusos se enfrentan con esta decidida y audaz movilización a la agenda educativa de tijeras afiladas, con recortes salariales y en becas de transporte y comedor, del gobierno de Bauzá y su modelo trilingüe (TIL) que resta peso al catalán. Asimismo, el ejecutivo balear del PP ha sido el primero en prohibir llevar puesta la “camiseta verde”, lo que se añade a una ley de símbolos que impide exhibir banderas.

La complicidad de las familias ha sido clave: la federación de padres y madres apoya la huelga y contribuye a su impacto a pesar de las amenazas de intentar sancionarlos por absentismo de sus hijos. Indudablemente otro éxito de las asambleas de docentes, nacidas desde abajo, ha sido lograr arrastrar a los sindicatos STEI, CCOO y UGT a la huelga indefinida, algo sin precedentes, como a que ANPE, de derechas, se adhiera y la escuela católica se muestre comprensiva. Esta marea balear también ha mojado a la universidad, donde los rectores han mostrado su apoyo.

La valiente huelga indefinida de los compañeros docentes de Baleares constituye una oportunidad única, a la vista de los resultados, que basculan entre el 95% de la primera semana y el 70% del séptimo día, de las que desgraciadamente no habrá muchas, para tensionar al máximo nivel las movilizaciones de profesores y estudiantes que se retoman este trimestre contra las políticas neoliberales que plantea el gobierno a través de su ministro Wert.

Tumbar los ataques a la educación: de Baleares a la huelga del 24 de Octubre
Este conflicto posee la suficiente capacidad para generar solidaridades de toda la comunidad educativa a nivel estatal. El objetivo debe ser que la huelga en enseñanza del próximo 24 de Octubre sea un éxito y suponga un punto de no retorno. Tumbar la LOMCE puede ser un fin ambicioso aunque no imposible, pero derribar a un ministro amortizado, que se mofa de las lenguas nacionales, insulta a profesores y estudiantes y hace ostentosa gala de su incapacidad debe convertirse en el regalo de esta Navidad.

Precisamente es en el sector de la enseñanza y el ámbito estudiantil donde Izquierda Anticapitalista está mejor implantada y donde, conociendo nuestra limitada influencia, tenemos algo que decir a una audiencia que es mayor. No hace falta recordar las potencialidades de la juventud en las etapas media y universitaria, como tampoco el carácter poco movilizado y cada vez más acomodado del profesorado.

Con todo esto, debemos aprovechar el momento de respuesta de toda la comunidad educativa, en los niveles estatal y autonómico, para intensificar este amplio rechazo y revertir los ataques a la educación pública, laica, de calidad y respetuosa con la realidad plurilingüe del estado español allí donde nos encontremos. En aquellos sitios en que reine el aparente mar en calma de los inevitables recortes habrá que ser capaces de hacer soplar los vientos del descontento y agitar la marea verde.

Los docentes y militantes que participamos activamente en Marea Verde-Andalucía envidiamos la ofensiva de los compañeros de las islas y creemos que su huelga es un ejemplo que no hay que pasar por alto ni desaprovechar. Nuestra movilización el curso pasado ha obligado a la consejería a nuevas aunque insuficientes contrataciones. En una comunidad con más alumnos en las aulas pero con 4500 profesores menos y tasas universitarias aumentadas, la urgente respuesta solidaria no podía hacerse esperar.

Del último y cuarto encuentro andaluz del movimiento, en el que participaron también nuestros estudiantes organizados en el sindicato BASE, salió aprobada una resolución de apoyo, concentraciones en las principales ciudades y la creación de una caja de resistencia. Este importante gesto suponer asumir la huelga como herramienta básica de lucha y permite una mayor coordinación regional de las diferentes mareas verdes.

El maremoto balear que tenemos como ejemplo nos señala que la propia organización desde abajo y la toma de conciencia por medio de la experiencia en la lucha son un valor añadido que provoca chispazos imprevisibles y decisivos, el ariete para ensanchar las grietas del muro en el que se cobijan quienes nos hacen pagar la crisis. Debemos convertir la Marea Verde balear de Septiembre y del 24 de Octubre en un tsunami.
No podemos dejar que se cierren estas brechas sin abrir zanjas en ellas. Tanto aquí como en los estallidos abiertos antes mencionados, la perspectiva a defender como organización es la de tejer y unificar las luchas que marquen el paso, trillar el terreno para disponer de influencia con el fin de orientarlas en un sentido de ruptura.

Los profesores de las islas nos señalan una vez más el camino: la lucha sostenida mueve las solidaridades de los de abajo y bloquea el poder de los de arriba.

Tomás Martínez, militante de Izquierda Anticapitalista-Granada y Marea Verde




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