
Miércoles 16 de noviembre de 2011,
Comunicado de l@s estudiantes de Izquierda Anticapitalista
En junio nos despedimos del curso dando la bienvenida al movimiento 15-M. Este curso comienza con movilización, sin duda alimentada por la sacudida de la indignación que en estos últimos meses ha recorrido buena parte del mundo.
El movimiento estudiantil lleva años denunciando las reformas neoliberales que suponen la destrucción de la Educación Pública. Los antibolonia nos oponíamos a la entrada de unos nuevos planes de estudio que marcaban la puesta en marcha del EEES, que ya se iniciara en 2001 con la LOU, que también fue fuertemente contestada por los estudiantes. Once años después los peores pronósticos son ya una realidad: la subida de tasas, la reducción de las becas y el fortalecimiento de los préstamos para estudiar, la reducción de la financiación pública y el crecimiento de la privada, el aumento del poder de los empresarios en la universidad…
La crisis está sirviendo de excusa para imponer una nueva vuelta de tuerca a estas contrarreformas, acelerando los planes del mercado. No es sólo la universidad la que está siendo atacada (Estrategia 2015). No hay más que ver los recortes que está sufriendo nuestro sistema educativo, siendo un ejemplo destacado el caso de Madrid.
La huelga estudiantil del 17 de Noviembre no hace más que mostrar las contradicciones del sistema en el que malvivimos, defendiendo las conquistas sociales, como el derecho a la educación, que están siendo arrasadas por la lógica neoliberal.
Nuestra formación no ha mejorado con los nuevos grados: el mercado demanda trabajadores que se adapten fácilmente a los distintos puestos de trabajo por los que iremos pasando a lo largo de nuestra vida. Con los nuevos planes de estudio nos formamos en aquellas competencias que el capital decide. Unos planes de estudios que pretenden adaptar nuestra formación a la flexi-precariedad del mundo laboral y poner el conocimiento a merced del mercado. Un mercado cada vez más precario, al que la reforma laboral de ZP no dio respuestas, creando más inestabilidad e inseguridad.
La sobrecarga de trabajo, que nos prepara para el ritmo de explotación que nos depara el mercado laboral, también se apropia de nuestro tiempo de vida: la asistencia obligatoria, las nuevas normativas que nos impiden elegir cuáles y cuántas asignaturas tenemos cada curso.
Unas medidas que nos individualizan: la competencia por ser excelente (y tener mejores becas, optar a formarnos en las mejores universidades); la subida de tasas en 2ª y 3ª matrícula que hace recaer en cada un@ de nosotr@s en función de la superación o no de las asignaturas; la obligación de optar entre estudiar o trabajar, ya que compatibilizar ambas es imposible ante la demanda de un estudiante a tiempo completo (haciendo mella en nuestro tiempo libre y también en nuestra capacidad para organizarnos y actuar con los demás frente a estos ataques); las hipotecas a través de préstamos para estudiar ante la subida de las tasas…
Nos negamos a aceptar como natural la intromisión de las empresas en la política educativa, que dictan a los gobiernos unas medidas que responde a sus intereses, y no a nuestras necesidades. Basta ya de que los capitalistas dirijan nuestras vidas.
Son nuestros derechos, contra sus privilegios, los que están en juego.
La falta de democracia en la sociedad tiene su reflejo en la universidad, y es que está será manejada directamente por los empresarios, que designarán a dedo a los rectores y otros cargos. La universidad pasa a ser una empresa, que ha de dar resultados (atendiendo a criterios empresariales), ya que de ello dependerá su financiación.
El pasado octubre tuvo lugar una coordinación del movimiento estudiantil, que puso la prioridad en la Huelga en la Educación para el 17 de noviembre, convocatoria que sale desde Catalunya ante los recortes y las medidas en relación a la gobernanza aprobadas. La respuesta se extenderá por todo el Estado: asambleas, encierros y huelgas. No dejaremos que nuestra educación y nuestro futuro paguen la deuda de los capitalistas.
El próximo jueves saldremos a la calle en defensa de la Educación Pública, porque creemos en una Universidad y en una Educación al servicio de los intereses de la mayoría, pública y laica, que no se adapte a los dictados del mercado sino desde la que se transforme la sociedad en la que vivimos, rompiendo con la lógica capitalista.
La lucha estudiantil en otros países, y a lo largo del tiempo, ha mostrado la necesidad de salir de los muros de las aulas. Tenemos una meta en común con quienes estamos pagando la crisis: la construcción de una salida por la izquierda de la crisis y a favor de l@s trabajador@s.
Por la construcción de una Huelga General en la Educación
¡Desobedece a Bolonia, a la UE y al capital!
La educación no paga su deuda.
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