jueves, 24 de noviembre de 2011

Las sombras del 20-N

Martes 22 de noviembre de 2011,

Antonio Liz

La debacle electoral del PSOE y el proceder antisocial del PP van a hacer sentir entre la clase trabajadora la necesidad de un rearme de la izquierda.

Una primera ojeada a la victoria electoral del PP puede dar la sensación de que el manto azul –de un color más tenue que el de sus antepasados- aplasta el Estado español. No es así, simplemente tapa una realidad que se ha vuelto más compleja para el sistema político nacido de la Transición.

Hoy el PP ha ganado porque 4 millones de trabajadores le han dicho al PSOE que no le toleraban más engaños. Pero esta pérdida millonaria del PSOE lesiona el proceder bipartidista del sistema lo que puede traer una pérdida de credibilidad del régimen.

Como el PP no puede incrementar la fiscalidad sobre el capital para obtener más ingresos ni dejar de pagar los morosos intereses de la deuda va a tener que hacer recortes sociales draconianos en sanidad y educación, malvender lo que le queda al Estado, abaratar al máximo el despido y precarizar más todavía las condiciones laborales de la clase trabajadora. Este proceder antisocial va a tener respuesta en la calle y el PP lo va a contestar con la represión. Pero la combinación recortes-represión sólo puede ser una respuesta transitoria porque la sociedad no aguantará mucho tiempo una situación conflictiva permanente sin generar un clima social de crispación y enfrentamiento que traiga otra coyuntura.

En el escenario que se avecina el PP no podrá contar con el PSOE, a no ser que este quiera desaparecer del mapa político. Si bien CIU apoyará al PP, por su condición de socios sociológicos naturales, en su ejercicio recortes-represión, también le pedirá firmar un acuerdo fiscal que no será de recibo para su base españolista. Españolismo que no le permitirá tampoco reconocer la obviedad política de que en Euskadi el nacionalismo vasco es la mayoría social, lo que supondrá la intensificación de la cuestión nacional.

La debacle electoral del PSOE y el proceder antisocial del PP van a hacer sentir entre la clase trabajadora la necesidad de un rearme de la izquierda. Este rearme sería relativamente sencillo si IU, aprovechando su repunte electoral, apostara decididamente por la estructura federal del Estado, lo que traería una colaboración con el BNG y Bildu/Amaiur, y desprofesionalizase su estructura política, lo que le acercaría a los movimientos sociales y a la izquierda anticapitalista. No siendo previsible esto en un inmediato futuro, el rearme de la izquierda se hará más lento y complejo. Será un encuentro de la base de IU con la izquierda social existente, que le da una importancia capital a la calle. A pesar de las dificultades es vital el rearme de la izquierda de combate porque las previsibles grandes movilizaciones sociales que vendrán como contestación al ejercicio ferozmente antisocial del PP si no son canalizadas políticamente por la izquierda es más que posible que traiga una resurrección de la ultraderecha que entubaría los sentimientos más primarios de la retaguardia social.

Madrid, 22, noviembre, 2011

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