Entrevista a Dimitris Hilaris (OKDE-Spartakos)/Viento Sur
[En vísperas de las elecciones del 6 de mayo, el ministro de
finanzas de Alemania, emplazaba a los griegos a elegir una mayoría que
respetara "los compromisos adquiridos con los acreedores internacionales
por la actual coalición gubernamental" (la del PASOK y Nueva
Democracia). Asunto perdido, puesto que más del 65% de los griegos han
votado contra los diktats de la Unión Europea, del Banco Central Europeo
y del Fondo Monetario Internacional.El de mayo se abrió un nuevo
período en Atenas. Para hablar de él, hemos estado con Dimitris Hilaris].
Dimitris, ¿un primer balance del voto del 6 de mayo?
Hay que destacar tres hechos importantes. Primero, el resultado del 6
de mayo es una enorme desautorización de la Troika. Es un voto contra
la austeridad que nos está impuesta, es la conclusión de las
movilizaciones de estos últimos meses. Luego, hay que subrayar que por
primera vez desde la caída de la dictadura, no es el PASOK quien recibe
la mayoría de los votos de las clases populares, sino las fuerzas a la
izquierda de la socialdemocracia. Syriza, la coalición de la izquierda
radical, el Partido Comunista y la coalición de la izquierda
anticapitalista, Antarsya, recogen juntos casi el 30% de los votos. Si
se añaden los Verdes, se roza el 35%. Decididamente, asistimos a un
cambio del comportamiento electoral de los asalariados.
¿Y el tercer hecho importante?
Deriva de lo que precede. Es la polarización de la vida política,
tanto en la izquierda como en la derecha. En el momento en que los
partidos de la austeridad se hunden, es la izquierda radical quien
polariza los debates de un lado del tablero, son los nazis los que
tienen éxito en la derecha...
Justamente, han logrado un 7%. Es enorme ¿no?
El 7% es solo el partido Amanecer Dorado. Hay que sumar a su
resultado el de otros dos pequeños partidos de extrema derecha. Si, hay
una izquierda radical que emerge, pero también una derecha radical.
¿Las clases medias que se inclinan por las soluciones autoritarias?
En mi opinión, los votos de la derecha extrema vienen de tres
categorías: estudiantes que han sido trabajados por la intervención de
la extrema derecha en las facultades, una parte de la derecha "social"
que no cree ya en la derecha conservadora sometida a la Troika y
finalmente decepcionados del PASOK, pero también del partido comunista,
el KKE, para quienes el voto a la extrema derecha toma una lógica
antisistema. Han sido 500.000 los que han votado por ellos, pero no es
aún un electorado estabilizado, fidelizado. Probablemente, en las
próximas elecciones del 17 de junio, retrocedan.Pero es casi seguro que
entrarán en el parlamento puesto que les basta el 3%.
Algunos han trazado semejanzas entre la situación actual en Grecia y
la república de Weimar que fue el preludio de la llegada de Hitler...
La comparación debe ser hecha con mucha prudencia. No salimos hoy de
casi cinco años de guerra. Y no tenemos, al contrario de la Alemania de
los años 1919 a 1923, una situación económica tan desastrosa. Además,
contrariamente a entonces, no hay en Grecia una actividad de los grupos
paramilitares como la que existía en 1919, por ejemplo... Hay una
dinámica análoga, pero... prudencia.
¿Y Syriza, la coalición de la izquierda radical, antiliberal, fundada en 2004?
Es el partido que ha sabido capitalizar la dinámica de los
movimientos en curso, que ha hecho estallar la hegemonía del PASOK y del
partido Nueva Democracia. Syriza ha sabido sintonizar con la gente.
Mientras el KKE soñaba con paraísos lejanos y nosotros, de la coalición
Antarsya, nos quedábamos en gran medida a nivel propagandista, Syriza ha
sabido dar una salida creíble a la situación, a través de la consigna
de un gobierno de izquierdas. Al mismo tiempo, sus respuestas son a
menudo confusas: bajo presión , los dirigentes de Syriza caen en la
cacofonía. Algunos pretenden que abolirán unilateralmente la deuda y los
acuerdos con la Troika. Otros, más prudentes, ponen en el puesto de
mando el mantenimiento en Europa. La situación es complicada pero hay
que abordarla sin sectarismo.
¿Es decir?
Nosotros, coalición de fuerzas anticapitalistas, debemos participar
en ese debate. Syriza, que puede claramente reforzarse en las elecciones
del 17 de junio, deberá probablemente aliarse a otros para gobernar.
Pero un hecho está ahí, algo nuevo, la hipótesis de un gobierno de
izquierdas. Esta cuestión debe bajar de la cabeza de los partidos al
movimiento social.
Hay dos condiciones para la creación de un gobierno de izquierdas: un
programa político de ruptura con la Troika, que anule la deuda y los
memorandos, a riesgo de hacerse excluir de Europa. Y luego, la
transferencia del poder hacia abajo. Un gobierno de izquierdas no puede
representar los intereses de los y las de abajo más que en la medida en
que éstos y éstas tienen el poder. Es necesaria por tanto una
transferencia de competencias, de poderes, hacia las asambleas
populares. Sería la primera tarea de un gobierno de izquierdas, la de
convocar una constituyente nacional de las asambleas populares.
23/05/2012
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