
Pepe Gutiérrez-Álvarez
De una manera u otra, las conexiones con la vida y la obra de León
Trotsky, no dejan de crecer en el área política y cultural más cercana.
Unas veces se manifiesta de manera central, otras, de forma tangencial,
pero no por ello menos sugestiva.
Una. Por supuesto, hemos hablado de Trotsky en el curso de las
diversas actividades desarrolladas por la Fundación Andreu Nin a lo
ancho del Estado. Se hizo obviamente en la presentación del documental
“Victor Serge, el hereje necesario”, de carmen Castillo en el Museo
Santa Mónica de las Ramblas de Barcelona, y se hace en otro documental,
“Operación Nikolai”, pasado en el masivo Acto del ateneo de Madrid el
sábado 17 de junio. Por cierto, lo que se dice en la película sobre la
ruptura en 1935-1936 con Nin no es para riguroso.
No se dice nada del personaje en dos obras históricas mayores aparecidas
en la nueva editorial Pasado&Presente que dirige Gonzalo Ponton. En
“Por el bien del Imperio”, Joseph Fontana empero aborda el papel de
Stalin sin ocultar los datos más siniestros de sus últimos años. Por su
lado, “En el combate por la historia. La República, la guerra civil, el
franquismo”, su editor, Ángel Viñas escribe en la introducción: dice que
es “aceptable afirmar que a la dictadura franquista solamente le
sobrepasó, eso sí, a considerable distancia, la soviética. Obviamente,
el terror estalinista de los años treinta, en sus variadas
manifestaciones, constituye una salvajada sin paliativos, aunque
autores, sobre todo soviéticos, que han tratado de explicarla
“racionalmente”. En mi opinión, Stalin-Franco o Rusia/España y sus
formas respectivas de encarar el pasado sombrío ofrece amplio campo para
muchas reflexiones…”(p. 22). Dado este último dato, no estaría de más
que los restos de la caverna estaliniana que todavía saca pecho como en
la WEB de PCPE de Extremadura leyeran obras del calado de estas.
A mí se me ocurren algunos. Primero, los comunistas fueron las
víctimas más importantes, sobre todo los llamados “trotskistas”, muchas
veces de manera delirante: Segundo, ninguna otra corriente política se
opuso de manera tan radical y consecuente contra el estalinismo tanto en
la acción como en el pensamiento…Luego, por más que es importante
separar entre estalinismo y “cultura estaliniana” (la primacía del
aparato y de la maniobra), ni Fontana ni Viñas se plantean un análisis
de la naturaleza de la actuación de los partidos comunistas oficiales, y
ambos aparecen predispuestos a no cuestionar la política de Stalin en
la guerra española. El debate pues está servido.
Dos. Sería muy lamentable que una aportación “trotskiana” tan
importante como la efectuada por Sergi Rosés Cordobilla con su
minucioso estudio “Bibliografía de les obres de i sobre Trotsky editadas
a Espanta”, pasará desapercibida. A pesar de que se trata de un trabajo
del mayor nivel (y lo es por más que se puedan señalar lagunas e
insuficiencias en parte inevitables por la amplitud de la temática, y en
parte por tratarse de un trabajo en solitario), su difusión está
siendo muy, pero que muy limitada. La razón es muy sencilla, Sergi
(sergiroses(a)mail.com) ha optado por la vía de una autoedición muy
restringida, de manera que su difusión está siendo muy restringida.
Cabe pensar que dicha opción se deriva de las dificultades por “colocar”
un producto de estas características en la actual situación
editorial…en espera de una reseña más amplia y reposada, cabe decir
sencillamente que se trata de una aportación de primer orden e
inexcusable para cualquier estudioso de Trotsky y de todo lo que implica
el personaje.
Tres. Se sigue editando a Trotsky en América Latina, aunque estas
ediciones, como traducción del desarrollo desigual y no combinado, ya
no llegan como en otros tiempos, cuando el acceso a Trotsky se hacía
justamente a través de ediciones sudamericanas, gracias a editoriales
como ERA que publicó en 1962 Los marxistas, de C. Wright Mills, que
contenía una importante selección de textos de Trotsky e incidía en el
prólogo sobre el trotskismo de una manera calurosa, no en vano Mills
dejó entre sus papeles el proyecto de escribir un volumen dedicado a
“Los trotskistas”.
De Argentina nos llegan las noticias de que el Centro de Estudios,
Investigaciones y Publicaciones "León Trotsky" ha comenzado una edición
sistemática de sus obras clásicas, como Mi Vida o su Historia de la
Revolución Rusa, La revolución traicionada…El CEIP también editó El caso
León Trotsky en base a toda la flamante documentación reunida por el
Tribunal Dewey. Estamos hablando de un trabajo recopilatorio
especialmente cuidadosa que nos permite acceder a uno de los momentos
más luminosos de la lucha contra la burocracia estaliniana.
Desde otro ángulo, el de la “novela histórica” nos llegó El joven
Liova, una novela de Marcos Aguinis (Plaza&Janés) centrada en la
primera etapa en la vida de Liova: la infancia, adolescencia y juventud
de un idealista que llegó a convertirse con el tiempo en el
revolucionario que todo el mundo conocería como León Trotsky, una de las
figuras centrales de la Revolución de Octubre, que acabó con el
terrible régimen zarista. Liova era el sobrenombre cariñoso con que
llamaba a Trotsky su familia. Aguinis se centra en los aspectos más
humanos del personaje para construir una interesante novela llena de
acción y aventuras.
Estamos hablando de un relato de iniciación, efectuado a través de la
visión que tenían sus padres y otros familiares, las mujeres que
formaron parte de su vida, los compañeros revolucionarios, e incluso a
través de la mirada del propio Trotsky, nos encontramos diferentes
testimonios que se entrelazan hasta configurar una historia fascinante y
arrolladora. El autor nos hace partícipes de las andanzas y
acontecimientos que jalonaron el camino de un personaje realmente
apasionado y contradictorio: su nacimiento en Ucrania, las primeras
maquinaciones subversivas en Odesa, la historia de amor que tuvo con la
que sería su mujer, una militante marxista llamada Alexandra, su
confinamiento en Siberia y posterior fuga por las áridas estepas, el
exilio europeo…Es una novela que nos recuerda lo que nos amplia el campo
de mira de lo que ya Trotsky escribió al respecto.
Taurus ha puesto en marcha una colección de bolsillo de recuperación
popular de los clásicos, y entre ellos ha colocado una antológica de
textos de Trotsky bajo el título de Un llamamiento a los esforzados,
oprimidos y exhaustos pueblos de Europa, un texto que fue editado en
diversas ocasiones como El Manfitesto de Zimmervald contra la guerra, y
que también firmó el socialista internacionalista suizo Robert Grima el
día 7 de septiembre de 1915, y que apoyaron todos los internacionalistas
incluyendo a un sector de las juventudes socialistas madrileñas entre
los que se encontraban Juan Andrade. El librito, que reúne otros textos
importantes de Trotsky, incluyendo su “Testamento”, está concebido para
los jóvenes que ahora asisten asombrados a otro momento en el que el que
se puede hablar en términos bastante análogos. Ojala que el librito
contribuya a recuperar aquel espíritu de Zimmerwald…
Cuatro. Igualmente acaba de llegar a las librerías, El fantasma de
Trotsky (España, 1916-1940) publicado en la editorial Renacimiento en su
colección España en armas…pero, como autor, me reservo la ocasión para
hablar sobre el tema en otra ocasión, con más tiempo.
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